El ‘y tú más’ lleva años como mantra político. Los partidos se turnan en el poder y, como escribía hace unas semanas Carlos Gómez en estas páginas, “la más consolidada de nuestras tradiciones exige que [los resultados de la gestión] al gobierno le parezcan óptimos y a la oposición inexistentes o desastrosos”.

Literalmente, esto está sucediendo estas semanas, otra vez, con el Hospital de Barbastro. Los partidos de la oposición cargan contra la gestión, basándose en las abultadas listas de espera de algunas especialidades y en la falta de facultativos en algunas especialidades, a lo que se ha sumado un goteo de dimisiones a lo largo del último mes. Por su parte, el gestor tira de números y del ‘y tú más’, mostrando que esto ya sucedía en anteriores legislaturas.

Y así se pasan los años. Y los usuarios siguen padeciendo por una cita que no llega y viendo cómo cada vez que van al hospital les atiende una persona diferente.

Desde luego, la solución para dotar de una plantilla adecuada, con médicos que deseen desarrollar su carrera profesional en un hospital como el de Barbastro, no debe ser fácil. Pero queda la duda de si lo que falta es un gestor valiente, que se olvide de las urnas y coja el toro por los cuernos.

Mientras, ahí siguen los políticos, sin aportar nada nuevo. Lleva pasando años. Se turnan en el poder e intercambian sus papeles. Ha llegado el momento de gritar ¡basta ya! Siéntense todos y propongan soluciones reales a los problemas que pueda plantear el Hospital de Barbastro. Y si la solución no la puede abarcar un Ejecutivo autónomo, la presión hacia el Ministerio debe ser máxima. Escuchen a los pacientes, escuchen a los médicos y tomen las medidas que beneficien a la sociedad: no a los posibles privilegios, que los hay, ni a los intereses políticos.