No soy de números, pero la cuenta es sencilla. La Sociedad Española de Oncología Médica espera que este 2025 se diagnostiquen 296.103 nuevos casos de cáncer. 811 al día. 34 diagnósticos por hora. Redondeando, es uno cada dos minutos (102 segundos si somos exactos).
Es decir, cada dos minutos alguien en nuestro país empezará una carrera contra el tiempo en la que la rapidez del diagnóstico y el acceso al seguimiento y tratamiento van a marcar la diferencia. Pero, mientras el cáncer no entiende de espera, nuestra sanidad sí.
El pasado 4 de febrero, Día Mundial contra el Cáncer, nos volvió a recordar lo de siempre: que el cáncer es la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres, que cada año hay más diagnósticos y que la investigación avanza. Pero entre campañas y lazos de colores, hay algo que sigue fallando: la sanidad necesita más medios, más especialistas y menos soluciones a medias.
Hace algo más de un mes, el Hospital de Barbastro celebró su 40 aniversario, marcando un compromiso claro: reforzar las plantillas y mejorar la asistencia sanitaria. En el acto, la directora gerente de Salud, Ana Castillo, anunció la incorporación de 27 nuevos médicos y aseguró que la mayoría de las especialidades estaban cubiertas. Aun así, traumatología, otorrinolaringología y oncología siguen siendo áreas a reforzar.
En el caso de oncología, el hospital cuenta con cuatro especialistas, aunque algunos comparten su jornada con Zaragoza. Según los datos oficiales, no hay pacientes en lista de espera para la primera consulta, pero la realidad es que la cobertura sigue dependiendo de soluciones temporales.
Y eso, es un parche.
La falta de médicos sigue siendo el gran desafío. Está claro que reforzar la sanidad es avanzar, pero si algo hemos aprendido en la lucha contra el cáncer es que lo que realmente marca la diferencia no son solo los tratamientos, sino llegar a tiempo, tener los recursos y contar con los profesionales suficientes para dar la mejor respuesta.
El cáncer no espera. Y nosotros tampoco deberíamos hacerlo.
