Caritas aumenta su ayuda de urgencia un 28%. Las consecuencias de la pandemia, la subida de precios y el encarecimiento de la energía hacen que en muchos hogares no puedan encender la calefacción, alimentarse debidamente o hacer frente a gastos escolares. Así lo vive Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón que durante el presente año. Solo en los programas de acogida, ha realizado 5.158 atenciones y/o ayudas. El dato más significativo es que las ayudas de urgencia y primera necesidad han aumentado un 28 por ciento. Y no solo eso. Porque la cronificación o enquistamiento de situaciones de pobreza y exclusión social no solo pasan factura a nivel económico, sino también emocional. Cáritas se ha hecho presente en el acompañamiento e itinerario individualizado centrado en la persona, para llevar a cabo un seguimiento periódico de modo que los más vulnerables no estén solos.
Programas de Cáritas
Por eso también, las áreas que trabajan se han fortalecido sustancialmente. Un ejemplo: el programa de empleo incluye actividades de orientación, formación e intermediación laboral. Esto se debe a que sus participantes presentan un bajo nivel formativo y un 67 % escasa cualificación profesional. Este año se han insertado laboralmente 142 personas. También se incide en apoyo a la infancia, fomento de la autonomía en población mayor, así como en personas dependientes y alojamientos alternativos y temporales, entre otros.
Cáritas aumenta su ayuda de urgencia. Así, los diferentes programas y proyectos han llegado a casi 1.900 hogares. No obstante, hace falta «un fuerte apoyo económico tanto de administraciones públicas y privadas. Así como de socios y donantes para poder atender a todos aquellos que lo necesitan y que quedan fuera del sistema», explicó Amparo Tierz. La directora diocesana de Cáritas de Barbastro-Monzón realizó esta llamada en el acto de presentación de la Campaña de Navidad. Porque las ayudas públicas «no llegan a todo. Hay personas que no cumplen sus requisitos aunque estén en situaciones muy empobrecidas. Es complicado el trámite de las citas, el colapso y la tardanza en responder y con suerte aprobar, y existe la dificultad añadida de que casi todas son vía telemática», repasó Amparo Tierz.
Recorte desde las administraciones para Caritas
Más contundente fue el obispo. Mons. Ángel Pérez denunció el recorte de los fondos correspondientes al IRPF y cuyo reparto depende del Gobierno de Aragón. La reducción se ha traducido en 60.000 euros menos para Cáritas Diocesana. «Cáritas tiene la conciencia clara de que es una opción subsidiaria. Es decir, nosotros llegamos donde no llegan los que tienen que llegar, que son las administraciones públicas. Ellos recaudan el dinero, que es nuestro dinero, y a ellos les toca administrar. Yo lo digo con toda humildad, pero también con toda claridad y realismo», manifestó. «Por lo tanto, yo doy las gracias a quienes de manera solidaria, humilde, sencilla, aporta su euro. Y con ese euro, cinco, diez o lo que sea, haremos milagros como lo está haciendo Cáritas en este momento. Yo quiero concienciar al pueblo de Dios de que lo que entrega a Cáritas va directamente a la gente que lo necesita«, concluyó.
“Solo el amor lo ilumina todo”
La Campaña de Navidad de Cáritas nos recuerda que solamente el amor es capaz de dar luz y sentido a nuestra existencia. Solo un estilo de vida basado en la verdad que somos, aquello que llena de verdad nuestro corazón y nuestros anhelos, es lo que nos conduce a la felicidad que buscamos. Vivir desde la esperanza que cada día nos empuja a superarnos y hacernos más humanos. Por eso, al presentar esta campaña Cáritas pide solidaridad para atender a los más vulnerables. Al tiempo que renueva su compromiso con ellos. «Sabemos que cada informe que realizamos. Cada cifra o cada dato cuentan la historia de personas reales con voz y alma, que luchan por recuperar su dignidad, sus derechos, su lugar en la sociedad. Pero en estos tiempos tan complejos, la tarea no es tan sencilla», subrayó Amparo Tierz.