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Manolo Garrido Al levantar la vista
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Ciudadanos como Fran

Manolo Garrido Al levantar la vista
29 marzo 2022

La invasión y guerra de Ucrania muestra lo peor y lo mejor de la naturaleza humana. Hay de todo en las noticias de este martes 22: en Telecinco, Natasha, madre y filóloga, cuenta ya desde Zaragoza su salida del país con sus hijos y la buena acogida que está teniendo, y sus ganas de volver cuanto antes.

Habla de futuro, de recomenzar.  El impacto se nota entre los contertulios. Se toca cómo el dolor y el sufrimiento unen.  En otro medio se da cuenta del robo sufrido por una familia ucraniana en un área de servicio poco después de entrar en España. Mientras tanto, me llega El Cruzado con un excelente reportaje sobre “el reto de dar una atención integral a los refugiados”. Y vuelvo a oír la entrevista a Fran Pallarol, en COPE Altoaragón, con María Añaños y Ascen Lardiés, tan impresionadas como cualquier oyente. La contra de ABC lleva una entrevista con un piloto que organiza vuelos para ayudar a los que quieren salir de Ucrania. 

No conozco a Fran pero ofrece el mejor relato posible, la mejor cara de una guerra. En Fran incluyo a tantos otros como Miguel o David y en COPE a todos los medios, que están ejerciendo un papel decisivo para informar, estimular y dar voz al sufrimiento. Me cuentan que hay más Fran en las comarcas altoaragonesas y me produce una admiración notable, un aldabonazo que lleva a replantear muchas cosas.

En su primer viaje Fran y David recorrieron casi 6.000 km y trajeron a 36 personas. Entre otras anécdotas, cuentan cómo Google Translator les ayudó en sus diálogos y habla de  una señora alemana que les ayudó para el combustible. A mí, que haya gente así, que se lanza a la aventura, sin pararse ante las dificultades, que ayuda a los demás sin nada a cambio, me parece un ejemplo impresionante. Hay mucha gente buena y hay que contarlo y destacarlo. 

Esto demuestra la enorme capacidad que tenemos las personas individuales, sin esperar el visto bueno de las instituciones que, a nivel europeo, también están trabajando. La ciudadanía es mucho más rápida y da un ejemplo de magnanimidad impresionante. Con su respuesta inmediata genera a las instituciones la necesidad de coordinar, de atender, de recibir, en definitiva, de organizar las cosas para que no haya abusos ni más sufrimiento. Y de nuevo la Iglesia y Cáritas están en primera línea. 

Es la prueba de que la tragedia y el dolor nos afectan y que la respuesta no es ni la queja ni la constatación inútil de lo mal que están las cosas. Con el arrojo y la valentía que vemos en estos ciudadanos admirables queda claro que querer es poder, que yo –en primera persona– reacciono y veo qué puedo hacer.

Y se demuestra que la fuerza de las personas se complementa con el papel de las instituciones oficiales, a las que toca temas tan importantes como la acogida, la escolarización, la inserción, y un largo etcétera hacia estos europeos que han dejado todo y que les dicen a sus pequeños que este viaje a España es porque están de vacaciones. Ojalá que la barbarie termine y puedan regresar cuanto antes. Y entonces que vuelvan de vacaciones de verdad. 

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