El barbastrense David Samitier se graduó en Farmacia el año pasado en la Universidad del País Vasco. En 2024 se presentó al Examen FIR (Farmacéutico Interno Residente). Se trataba de su primera vez, pero ha logrado obtener el tercer mejor puesto de toda España.
Estudió farmacia, ¿por qué?
Nunca había sabido qué estudiar. En Bachillerato opté por la rama científica y cuando estaba acabando el segundo curso pensé que ya había llegado el momento de elegir carrera. A mí me gustaba la biología, las matemáticas, la física… Por lo que dudaba entre Bioquímica y Farmacia. Al final opté por Farmacia porque se asemeja a la Bioquímica, pero con más salidas profesionales.
¿Qué es lo que más le ha gustado de la carrera?
Me he encontrado muy a gusto. En términos académicos siempre existen asignaturas que te agradan más o menos. La Farmacología me ha gustado mucho, ya que está muy ligada al ámbito de la farmacia, más específica de la carrera.
¿Cómo ha organizado el estudio para el FIR?
Supe que quería hacer el FIR en enero o febrero del año pasado. Aún me encontraba en quinto de carrera haciendo el TFG (Trabajo de fin de grado) y las prácticas, las cuales me apasionaban, motivo por el que decidí hacer el FIR. En ese momento me apunté a una academia online y comencé a estudiar en abril, pero como no me sobraba el tiempo, no me lo tomaba en serio. No obstante, fui leyendo alguna cosa, que me vino muy bien. Cuando llegué a Barbastro en las vacaciones de verano, en julio, comencé a estudiar seriamente. Achaco el hecho de haber obtenido una plaza a comenzar a estudiar con tiempo y sin agobios.
¿Se le ha hecho duro?
Al comenzar en verano, un poco. Tus amigos de siempre han vuelto a Barbastro y organizan planes. Por lo que te tienes que sacrificar más. Pero no lo he llevado mal, era muy constante y estudiaba unas seis o siete horas diarias. Si adquieres una rutina, se lleva bien. Al final la clave reside en la constancia, en estudiar todos los días. Pero yo lo hacía a gusto y con motivación. No puedes prepararte un examen memorizando todo, debes entenderlo también.
En abril elige plaza y especialidad, ¿preferencias?
Al principio no quería descartar ninguna especialidad, pero me he decantado más por la farmacia hospitalaria. Diría que es la más clínica, la que más en contacto te encuentras con el mundo del medicamento, porque el resto se centra más en el laboratorio.
Respecto a los hospitales, dudo entre dos: el Gregorio Marañón, de Madrid, y el Hospital Universitario y Politécnico de La Fe, en Valencia. Quiero un hospital grande porque veré muchas cosas diferentes, aprenderé a abordar distintas patologías desde varios puntos de vista, cosas raras que no veré en un hospital pequeño… Además, en los hospitales grandes se concentran más residentes y eso se transmite en el ambiente. Por otro lado, cuentan con un buen grado docente y formativo, también a nivel de publicación de artículos, de asistencia a congresos, cursos y demás. Quiero aprovechar los cuatro años bien y formarme adecuadamente.
La rama hospitalaria es muy amplia, ¿qué área le llama más la atención?
Durante mi residencia tocaré varias porque además se diferencian mucho entre sí. De momento me llama mucho la atención la del área de farmacotecnia. Se centra, a grandes rasgos, en hacer medicamentos personalizados para pacientes que no tienen medicamentos comercializados.
¿Se reconoce el trabajo de los farmacéuticos?
Ni yo lo conocía hace unos años. Se trata de un servicio muy importante y desconocido. Hasta que no te lo cuentan, no te paras a pensar en su importancia.
Lograr un puesto en la primera convocatoria tiene mérito, pero obtener el tercero… ¿Se lo esperaba?
No puedo estar más orgulloso y satisfecho de mi trabajo. Me pareció un examen difícil, pero me veía con plaza. Aunque cuando vi el número tres pensé: no puede ser. No me lo creía.
Ahora debe esperar unos meses, ¿en qué invierte el tiempo?
En descansar mucho y en hacer algún viaje con mis amigos. Por otro lado, soy músico, toco la flauta y el piano. También voy al gimnasio… Pero tengo ganas de empezar. Llevo un mes sin hacer nada y no se me da bien no tener una rutina establecida. Si me dicen que empiezo un mes antes, me encantaría.