Nos estamos configurando en unidades pastorales y el término, por nuevo que pueda sonar, no es novedad alguna. La carta pastoral de los obispos de las diócesis aragonesas ‘Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo de Aragón. Las unidades pastorales: instrumentos de comunión para la misión’, de febrero de 2016, subraya que las unidades pastorales no son una respuesta a la escasez de sacerdotes, sino una llamada a la comunión y a la misión.
Son una necesidad sentida desde la realidad sociológica de nuestras Diócesis y desde el Vaticano II, que propugna una pastoral de comunión, de misión, de corresponsabilidad, de formación para el compromiso, de caridad y solidaridad, de fraternidad sacerdotal y apostólica.
La parroquia tradicional se muestra insuficiente para llevar a cabo la tarea de la evangelización. Se necesitan otras estructuras como las unidades pastorales que, aun realizando las mismas actividades y sin suprimir éstas, agrupan varias parroquias cercanas con una mejor distribución de personas y de recursos materiales. Permite, sobre todo, una mayor participación y cooperación de todos y se logra conformar auténticas comunidades cristianas vivas y evangelizadoras.
En la práctica, cada Unidad Pastoral tendrá un único Consejo Pastoral con fieles de las distintas parroquias, con un administrador, un secretario, un responsable de la dimensiones de Anuncio, Caridad y Celebración.
Se establecerá un programa con los lugares y horarios de culto, con la recomendación de hacer unidas algunas celebraciones, como la Misa de Gallo, la Vigilia Pascual o las solemnidades. En todas las parroquias se garantizará la celebración de las fiestas patronales y locales, así como las exequias de los fieles.
La Unidad Pastoral tendrá una sede central con las instalaciones necesarias para llevar a cabo las actividades pastorales y cada parroquia mantendrá en uso sus propios libros parroquiales de sacramentos y el sello parroquial. En la economía, se tendrá presente el principio de comunicación de bienes. Las parroquias conservarán sus bienes y se creará un único Consejo de Asuntos Económicos.
