Condenan a dos jóvenes que, en las fiestas mayores de Chía del pasado año, arrojaron una piedra contra un vehículo de la Guardia Civil y después, agredieron a los agentes.
Jorge Piedrafita, abogado de IGC de la acusación particular en nombre de los agentes, muestra su satisfacción “porque del trabajo de la acusación se ha dado por plenamente probado que los jóvenes lanzaron la piedra de enormes dimensiones contra el vehículo policial y agredieron posteriormente a los agentes cuando les intentaron identificar por su ilícita conducta”, indica.
Uno de los testigos del suceso narra lo sucedido. “Eran sobre las cuatro de la madrugada. Subí a beber agua y vi un vehículo de la Guardia Civil, en frente de la fuente. Oí un ruido, un estruendo, y vi a un individuo en calzoncillos apartándose del vehículo de la Guardia Civil y a otro a unos dos metros. Los vi alejarse por un callejón, a unos diez metros, por un camino oscuro. Solo están esas dos personas. No había nadie más”.
Se les ha condenado por delito leve de daños con 400 euros de multa, seis meses por resistencia a la autoridad, el abono de los daños del vehículo y las costas procesales. Piedrafita considera que la condena es insuficiente basándose en los hechos probados.
Por ello se estudiará el recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca para incrementar la condena. Tanto en extensión, como en la inclusión del delito de atentado y que tenga un verdadero efecto disuasivo. “Para evitar que parezca que existe patente de corso en las continuas agresiones a los agentes policiales y que salga gratis agredir a los servidores públicos que velan por la seguridad de la ciudadanía”, indica el abogado.