La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas como presuntos autores de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral. Desde sus empresas, ofrecían trabajadores irregulares a los agricultores locales de Huesca y Lérida para la recogida de fruta.
Los agentes de la Unidad de Policía Judicial de Huesca (UOPJ) recibieron las primeras denuncias el pasado mes de mayo. A partir de ellas, investigaron en dos empresas que ofrecían trabajadores en situación irregular bajo el supuesto amparo de empresas de trabajo temporal. Así, desde 2023, ofrecía a los agricultores de la zona cederles trabajadores para la recogida de fruta.
Conformados como organización criminal, había quienes captaban a las víctimas en diferentes puntos del territorio nacional. Víctimas, preferentemente de nacionalidad senegalesa y pakistaní en situación de vulnerabilidad, precariedad y en situación irregular. Les ofrecían trabajo en las campañas de recogida de fruta.
Trata de seres humanos con sede en Castillonroy y Bellvís
En la investigación por este supuesto delito de trata de seres humanos, la Policía Judicial averiguó que los líderes de la organización regentaban inmuebles en la localidad literana de Castillonroy y en la leridana de Bellvís. Ahí alojaban a las víctimas en condiciones infrahumanas y con riesgo para su vida.
El pasado 3 de julio tuvieron lugar las correspondientes inspecciones de trabajo y tres registros domiciliarios. Como consecuencia, se incautaron de diversos documentos de identidad de terceras personas, retenidos por los detenidos por trata de seres humanos. La detención de dos de los líderes tuvo lugar en la propia comarca de La Litera, sumada a la de las otras dos personas. En total, tres hombres y una mujer, de entre 35 y 58 años y vecinos de la provincia de Huesca.
Todos están acusados de numerosos delitos en contra de los derechos de los trabajadores, trata de seres humanos con fines de explotación laboral y pertenencia a organización criminal.
45 víctimas
Con la desarticulación de esta organización criminal con trata de seres humanos, la Guardia Civil pudo dar protección a 45 víctimas, que fueron atendidas en el puesto de Tamarite hasta que se hicieron cargo los Servicios Sociales y otras entidades.
La Guardia Civil entregó las correspondientes diligencias en el juzgado de Monzón, que decretó prisión provisional para los cuatro detenidos.