El frío viento de diciembre arropó las gradas del Municipal de los Deportes este domingo, donde la UD Barbastro y el Gernika midieron fuerzas en un duelo que dejó a los locales un paso más cerca de su objetivo: la salvación.
Tras el histórico triunfo del Barbastro frente al RCD Espanyol en la Copa del Rey, los rojiblancos llegaban a este encuentro con la esperanza de encadenar dos victorias consecutivas, un objetivo que se resistía desde hacía cinco jornadas. La ilusión por recibir a un gigante como el Real Madrid o el FC Barcelona flotaba en el aire, pero primero había que superar al Gernika, un rival que mostró carácter desde el silbatazo inicial.
El encuentro comenzó con dominio visitante. El Gernika controlaba el balón y encerraba al Barbastro en su área, obligando a los locales a multiplicar esfuerzos para mantenerse firmes. La organización táctica de los de Gorka Iraizoz, quien dirigía a los vascos desde el banquillo, quedó patente en los primeros compases del choque. No obstante, el Barbastro, fiel a su estilo de lucha, comenzó a encontrar huecos y a desplegar su juego.
El minuto 17 trajo la primera gran ocasión para los locales. Guille Alonso, con un pase preciso por encima de la defensa, dejó a De Mesa en una posición inmejorable frente al portero. Sin embargo, San Nicolás, portero visitante, respondió con reflejos impecables y evitó el primer tanto. Fue un aviso de lo que estaba por venir.
En el 34, el partido dio un giro significativo. Arroyo, dentro del área, fue derribado por San Nicolás, acción que el árbitro no dudó en señalar como penalti. Sito Alonso, habitual encargado desde los once metros, asumió la responsabilidad. Con seguridad, ajustó su disparo al fondo de la red y firmó el 1-0. El público local, encabezado por la incansable brigada rojiblanca, coreó el “Sito, balón de oro” tras sus recientes grandes actuaciones.
El descanso llegó con el marcador favorable al Barbastro, pero quedaba mucho por decidir. En la reanudación, ambos equipos salieron con ímpetu renovado. De Mesa estuvo cerca de ampliar la ventaja con un disparo cruzado, mientras que Larrauri, por parte del Gernika, intentó sorprender con un remate lejano que pasó por encima del larguero.
El minuto 51 ofreció un momento de tensión. Un malentendido entre San Nicolás y Lorente estuvo a punto de ser aprovechado por De Mesa, aunque el gol no llegó. Poco después, el Barbastro perdió a uno de sus hombres clave. Guille Alonso, quien estaba siendo de los mejores del encuentro y quien en un primer momento vio una amarilla muy rigurosa, terminó expulsado tras recibir una segunda amarilla tras cometer una falta en ataque, dando un manotazo al rival, dejando a su equipo con diez jugadores.
El Gernika, consciente de su superioridad numérica, buscó con más insistencia la igualada, pero se encontró con un Arnau Fábrega en estado de gracia. El guardameta local protagonizó intervenciones decisivas, como una parada a quemarropa en el 65 que mantuvo intacta la ventaja de su equipo.
Cuando el partido parecía estar en un momento crítico, el Barbastro encontró el golpe definitivo. En el minuto 77, un córner lanzado por Sito Alonso fue despejado por San Nicolás, pero el balón cayó en los pies de Isra. Sin pensarlo, el jugador rojiblanco conectó un potente disparo que se coló en la portería, sellando el 2-0. La celebración, con su ya característica pose de “prismáticos” para avistar que la salvación se acercaba.
El Gernika no se rindió y buscó recortar distancias en los minutos finales. Arnau volvió a brillar en el 90, salvando un remate que pudo cambiar el desenlace. Finalmente, el pitido final decretó la victoria de los de Dani Martínez, que sumaron tres puntos vitales en su lucha por la permanencia.
Con este resultado entre la UD Barbastro y el Gernika, el cuadro rojiblanco no solo suma tres puntos de oro en la tabla, sino que también consolida una dinámica positiva en un momento crucial de la temporada.