La Sudelegación del Gobierno en Huesca confirmó este martes la reapertura al tráfico de la N-260. El principal acceso al valle de Benasque abrirá tras casi 50 días con la carretera cortada. Será a partir de las 6 horas del viernes 3 de diciembre. Coincide con el inicio del puente de la Constitución y el arranque de la temporada de esquí en la estación de Cerler. Así, se cumple el calendario anunciado a ayuntamientos y agentes sociales para facilitar la afluencia de turistas.
Para avanzar con las obras de mejora del tramo entre Campo y el congosto del Ventamillo, la N-260 permanece cerrada desde el 18 de octubre. Tras el puente, está previsto realizar de nuevo cierres del 13 al 16 y del 20 al 22 de diciembre, respetando los fines de semana. También estará operativo durante las navidades.
Según Silvia Salazar, subdelegada del gobierno en Huesca, “las obras van en tiempo y forma”. Asegura que se ha cumplido con lo pactado entre el Ministerio y los representantes del territorio. Este cierre obliga a los conductores a dar un importante rodeo a través de otras vías alternativas.
El problema se ha paliado en parte con la apertura de la carretera de Espés. Acorta el recorrido para llegar al valle de Benasque por el Isábena. Ahora mismo, esta es la alternativa más corta ya que permite reducir el rodeo en unos 15 km y salvar los puertos de Bonansa y Col de Fadas. Las otras tres opciones son por el Turbón, por Bonansa y por Benabarre.