A punto de iniciarse la campaña de la fruta, las personas que buscan trabajo en el campo y en los almacenes van llegando a las principales zonas productoras de Aragón. Arranca así el difícil reto de coordinar y gestionar, por un lado, las necesidades de contratación de agricultores y por otro, la disponibilidad de alojamientos o viviendas para acoger a esos trabajadores.
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, ha sido y es una organización comprometida con las buenas prácticas en el campo, principalmente en lo que concierne a la contratación de temporeros.
Todo comenzó hace 25 años
Por esa razón, para informar a los fruticultores/as de la normativa y realizarles los trámites burocráticos, esta organización puso en marcha hace 25 años el Área de Relaciones Laborales y en consecuencia del departamento técnico del mismo nombre.
También hace 25 años, gracias al interés del responsable comarcal de UAGA en Tamarite de Litera, se ponía en funcionamiento el albergue para temporeros en esa localidad. Un proyecto pionero que se ha convertido con el paso de los años en un ejemplo de gestión por la labor que desarrollan UAGA, la Asociación de fruticultores y el Ayuntamiento de Tamarite.
Albergue temporeros de Tamarite
Como antesala de la campaña de fruta, el Secretario General de UAGA, José María Alcubierre, y el Secretario Provincial de UAGA-Huesca, Oscar Moret, visitaron el albergue para conocer el funcionamiento del mismo. Se trata de dos edificios reconvertidos en apartamentos con capacidad para seis personas que disponen de 3 habitaciones dobles, cocina, sala y baño, siendo la ocupación total de las instalaciones de unas 50 personas.
La finalidad de este encuentro es intentar mejorar, entre todos, un poco más el sistema organizativo y trasladarlo a otras comarcas, de forma que redunde en la mejora del desarrollo de la cosecha de fruta, la contratación y, sobre todo, el acceso a la vivienda durante la campaña. Para ello, se concluyó que es imprescindible tener un registro de necesidades por comarcas, y que los trabajadores/as lleguen a los pueblos con contrato de trabajo y vivienda definida.