El pueblo de Paúles de Sarsa vivió un ambiente festivo el pasado fin de semana por la jornada de puertas abiertas de su escuela. El colegio rural, abierto ininterrumpidamente desde el año 1989, vuelve a estar en la cuerda floja de cara al próximo curso. En la actualidad cuenta con cuatro alumnos de los que uno pasará al instituto en septiembre.
Por esa razón se convocó este encuentro. Familias, profesores, amigos y vecinos respondieron satisfactoriamente a la llamada. Escucharon las explicaciones de Kelian, alumno de quinto de primaria, que enseñaba con gran soltura algunos de los trabajos realizados durante el año. También el Ecogarden, a la entrada del colegio, en estas fechas en su máximo esplendor.
Posteriormente mayores y pequeños jugaron en el exterior y fabricaron pompas de jabón. Y se colocó un panel para que los invitados a la fiesta dejasen su recuerdo en forma de mensaje escrito. Además, se contó con la actuación de la compañía de teatro Firulete, de Madrid, sorprendiendo con un musical de títeres en torno a la historia de Marcelo el Marciano. La jornada concluía con un picoteo.
Esperanza e ilusión
Los posibles interesados conocieron el colegio por dentro y a sus protagonistas. Entre los presentes se encontraba la alcaldesa de Bárcabo, Carmen Lalueza. Mostró su apoyo a la pervivencia del centro de Paúles de Sarsa, referencia de su municipio. De hecho, sus propias hijas acudieron a él durante su niñez y guardan bonitos recuerdos de aquella etapa. También acudían antiguos alumnos y vecinos de todas las edades procedentes de Arcusa, Aínsa o Mondot.
Milagros García-Calvo, directora de la escuela, decía estar satisfecha por la respuesta y el cariño recibido “no solo durante toda la mañana, sino durante todos estos días en los que hemos estado preparando el gran recibimiento, la gran fiesta con la que queríamos dejar constancia de la escuela divertida, libre y dinámica que somos. Porque la escuela no solo son alumnos y profesores, es toda la comunidad de Paúles, sus calles, sus espacios abiertos, los pueblos de alrededor. Todos son necesarios para infundirle vida y color a nuestra escuela rural”.
Por su parte el alcalde, Enrique Pueyo, ha reiterado su apuesta por mantener el centro abierto asegurando que desde el ayuntamiento estudiarán la posibilidad de crear un transporte. “Queremos que quienes vivan en la zona de influencia del colegio desde la localidad de Guaso y deseen llevar a sus hijos allí accedan sin problemas y aprovechen las excelentes infraestructuras que este espacio posee”, ha explicado, y recordaba que, además, “ya está concedida una subvención del Gobierno de Aragón para adecuar la planta inferior a escolares a partir de dos años de edad”.