Deportes, al fin y al cabo. Sin mirar quién lo practica. Varias voces relacionadas con el mundo deportivo alzan la voz y atienden a El Cruzado Aragonés para analizar la situación actual –pero también el pasado– de la mujer en varias disciplinas. Atletismo, judo y fútbol. Deportes con mucho protagonismo y referentes en todo el Alto Aragón, que cada día tienen más adeptos femeninos.
Vero Escartín, atleta barbastrense del Hinaco Monzón y una de las grandes referencias de este deporte en la provincia, asegura que “poco a poco, está creciendo el número de chicas que practican este deporte, aunque en la adolescencia suelen dejarlo bastantes”. Su experiencia, haciendo siempre referencia al mundo del atletismo, ha sido que, desde el club, compañeros y federación, “siempre se nos ha valorado y apoyado por igual”. Sin embargo, recuerda que los éxitos deportivos “no tienen la misma repercusión porque se nos compara”. En este sentido, las marcas de los hombres en el atletismo “siempre van a ser más espectaculares que las de las mujeres y creo que la sociedad, en general, nos da menos mérito por ello”. Escartín es “optimista” de cara al futuro porque hay cosas que están cambiando: “Al referirse a los ganadores de una carrera, ahora hay titulares que nombran primero a la mujer. Detalles así están muy bien”.
En cuanto al Club Atletismo Barbastro, el director técnico, Jose Mari Lacoma, apunta que, a nivel de participación, hace años que se logró nivelar entre chicos y chicas. “Diría que hay casi más mujeres ahora. No es como el fútbol, que en los últimos cinco o seis años ha habido un crecimiento exponencial. En el atletismo, esto se dio hace 20 años por lo menos”, asegura. Los factores sociales son determinantes en este sentido, y Lacoma echa la vista atrás para recordar que “la mujer no se incorporó al 3.000 obstáculos hasta Pekín 2008. Aunque sí que es cierto que, a nuestro nivel, la práctica está igualada”.
Enrique Barbanoj es uno de los impulsores del fútbol femenino en Barbastro. Hace 17 años, cuando era profesor del Hermanos Argensola, decidió dar un paso adelante y sacar a flote un equipo de fútbol sala. Ahora, la Peña Ferranca es un referente a nivel provincial.
Barbanoj recalca que para jugar a fútbol es necesario tener “18 o 19 jugadoras en cada equipo”, y eso, no siempre es fácil. Luego hay que tener en cuenta “la gimnasia artística, la natación sincronizada, voleibol, atletismo… Que son deportes que realmente tiran en Barbastro”, asegura. En la ciudad, recuerda, “hay muchas chicas jóvenes que hacen deporte y yo me alegro muchísimo”.
El fútbol femenino barbastrense empezó con el CD Hermanos Argensola, concretamente con un equipo de fútbol sala. Primero se inscribieron en los juegos escolares y luego pasaron a formar parte de la Peña Ferranca. “Hemos tenido suerte, entre comillas, porque hemos mantenido siempre alrededor de 60 chicas en Barbastro en diferentes categorías”, afirma Barbanoj.
El judo evolucionó a partir de Barcelona 92
El profesor de judo Antonio Clager reivindica el papel de la mujer en este deporte y subraya que, de los 13 alumnos que hay en la Escuela de Tecnificación de Binéfar, nueve son chicas y cuatro son chicos. El judo femenino evolucionó “muchísimo” a partir de las olimpiadas de Barcelona 92. Y con ello “la visión del deporte a nivel nacional e institucional”. Tirando más del presente, recuerda que en los últimos JJOO de Tokio, se celebró por primera vez el campeonato de equipos mixtos y tanto la competición, como la entrega de premios, “fue algo impresionante, digno de ver”. Clager incide en que el judo, a los chicos, “les aporta mucho, pero a las chicas mucho más”. A nivel mundial, el 40% son mujeres las que practican este deporte.