La trigésimo segunda edición del Festival Castillo de Aínsa ya está con los motores encendidos. La organización del festival celebró una fiesta-presentación abierta al público en la sala Rock & Blues de Zaragoza. El evento logró llenar uno de los bares insignia de la capital aragonesa, a la que acudió la diputada de Cultura de la DPH, Maribel de Pablo.
El alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, agradecía la acogida que tuvo el acto y la buena salud del Festival Castillo de Aínsa. “En este camino no estamos solos, sino que además de todas las personas involucradas tenemos organizaciones que nos dan su apoyo. Especialmente las últimas semanas que se acumulan más nervios”, señalaba. Indicaba también el apoyo de la Diputación “para un proyecto ambicioso para un ayuntamiento pequeño, que sale año tras año y nunca nos dejan tirados”.
En ese sentido, la diputada de Pablo puso en valor el esfuerzo de la dirección del certamen. “Felicito a Joaquín Pardinilla por el giro que requería el evento cultural. Completa la intensa agenda de ocio de la provincia este verano”, añadía. Por su parte, el director del Festival Castillo de Aínsa, Joaquín Pardinilla, denominaba la XXXIII edición como “de transición”. “Regresamos a los orígenes, a la música tradicional y de raíz, pero sin dejar de lado nuevas tendencias y el teatro”, explicaba.
Paco Paricio, director de los Titiriteros de Binéfar y responsable de la programación teatral, animó a los asistentes a participar en el festival. Por último, la presentación la cerró Luis Lles, que desgranó la oferta musical de la cita y apoyó al Sobrarbe en su apuesta cultural.