Barbastro

El Grupo Tradiciones en busca de un local definitivo

El Grupo Tradiciones es otra de las asociaciones que debe abandonar el Colegio Pedro I y recuerdan con El Cruzado los ratos allí vividos

José Luis López, María Jesús Sampietro, Elita Davias, Vicente Salamero y Javier Noguero en la nueva sala del Grupo Tradiciones. FOTO: C.L.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
16 enero 2023

La demolición del CEIP Pedro I ya es casi una realidad. El colegio abrió sus puertas en 1938 y desde entonces han pasado muchos alumnos, profesores y en sus últimos años diversos grupos barbastrenses. Como es el caso del Grupo Tradiciones de Barbastro, quien también debe abandonar el colegio. Local donde se reunían, ensayaban y almacenaban su material desde el año 2016.

De momento, están reubicados provisionalmente en uno de los locales de los Almacenes San Pedro, en la plaza del Mercado. “La sala la compartíamos con Acordes del Vero, quienes ensayaban allí como nosotros. Por lo que ellos también vendrán al nuevo local”, explica José Luis López, miembro y director del coro del Grupo Tradiciones.

Pese a estar algo aliviados por tener un nuevo local, recuerdan con melancolía sus inicios en el antiguo colegio. “Nos pusimos muy contentos cuando nos dieron ese espacio en el Pedro I porque nos costó sangre, sudor y lágrimas que nos cambiaran de local. Antes ensayábamos en la Escuela Hogar, pero justo en la parte más afectada de aluminosis. La alegría que nos dieron cuando nos cambiamos al Pedro I…. Nos creíamos los reyes del mundo. Fuimos a ganar”, recuerda María Jesús Sampietro, miembro de Tradiciones.

A su vez, denuncian que no cuentan con la calidad de las instalaciones y que han notado un gran empeoramiento. “Disfrutábamos de una sala muy grande, con techos altos, y un baño que estaba nuevo. Así como aire acondicionado, muchos enchufes, etc.”, comenta López.

Sin embargo, “aquí no disponemos ni de lavabo, ni de aire acondicionado y además pocos enchufes”, confiesa Fernando Noguero, miembro de Tradiciones. 

Un día y medio es el tiempo con el que han contado para recoger todo el material y trasladarlo al nuevo local. “El día 9 me adelanté al grupo para ir amontonando cosas. Estuve todo el día porque me ponía triste y paraba. Luego volvía a empezar y otra vez me pasaba lo mismo”, declara López. 

Mientras recogían, al igual que sus compañeros de la Banda de Música, también se han llevado alguna que otra sorpresa y recuerdo del pasado.

“Tenemos una foto del año en el que se celebró la Candelera y nevó mucho. Fue una nevada terrible. Así como un cartel de una de las primeras fiestas del crespillo del 1993”, narra Sampietro. 

Esa urgencia para desalojar el local ha pillado por sorpresa al grupo, ya que desconocían cuál iba a ser su próximo destino.

“Yo creo que no sabían en qué lugar nos iban a reubicar porque ya conocían de hace tiempo que íbamos a necesitar un local nuevo, pero no buscaron nada. De hecho, me llamaron la víspera de Reyes para decir que teníamos que desalojar nuestra sala”, revela Sampietro. 

Por su parte, Vicente Salamero, otro miembro del Grupo Tradiciones, añade que “nos ha pasado como en el cuento del lobo. Tantos años haciendo el centro de salud nuevo y de un día para otro a correr”. 

El derribo de este antiguo centro de enseñanza está causando muchas opiniones divididas entre los barbastrenses. No obstante, algunos miembros del Grupo Tradiciones tienen muy clara su opinión.

Noguero declara que “hay muchos, entre los que me incluyo, que pensamos que seguramente hubiera sido mejor hacerlo en otro solar y el Pedro I acondicionarlo y arreglarlo para el uso de la ciudad.

Evidentemente el Centro de Salud hace falta y en estos momentos hay que hacerlo ya y no lo podemos retrasar más porque el de ahora está totalmente obsoleto”. 

«Demoler el Colegio Pedro I es un pecado muy grande»

Elita DaviasFundadora del Grupo Tradiciones de Barbastro

Todos han recibido con tristeza la ya confirmada demolición del colegio porque era un lugar en el que han pasado mucho tiempo juntos. Pero uno de los que más lo está sufriendo es José Luis López, quien imparte clases de canto y acompañamiento de guitarra de martes a viernes. Y lo hacía en esa sala.

“Cuando recogí todo y vi todas las paredes blancas pensé: Vaya, me voy de verdad. Empecé a dar clases allí hace cinco años y no he estado en otro lado. Me remueve irme, pero quiero pensar que aquí también estaremos bien”, concluye José Luis López. 

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