Berna González Harbour (Santander, 1965) es subdirectora de El País, escribe en Cultura, es columnista y analista del programa ‘Hoy por Hoy’ de la cadena SER. Ha sido enviada a zonas en conflicto, fue corresponsal en Moscú y subdirectora de varias secciones. Recibió el Premio Dashiell Hammett por El sueño de la razón, y su último libro es ‘Goya en el país de los garrotazos. Participó en el Festival Barbitania en dos mesas redondas sobre historia y feminismo.

¿Cómo fue esa llamada para empezar con la escritura?

Pues empecé a escribir desde que tengo memoria y aprendí a hacerlo. Realmente, empecé con tonterías. Ahora que pienso, tengo el recuerdo desde pequeña con mi hermana. Éramos avispadas y nos picó el gusanillo de hacer un periódico a mano de tres páginas. Qué ingenuas éramos. Se lo vendíamos a mis tíos. Ya más mayor casi siempre escribía cuentos o relatos. Luego me decanté por el periodismo. Pero para mí, el periodismo tiene las dos caras de la misma moneda. Es el uso de la palabra correcta. Lo único que para escribir un libro cambias la verdad periodística por la verdad literaria.

Como periodista, ¿qué retos cree que tiene por delante la profesión?

Tiene los retos de siempre. El periodismo va de contar algo que no quieren que sepas por razones corruptas. El periodismo va de contarlo y averiguarlo. Si nos fijamos en Ucrania, Putin no querría que contásemos lo que está haciendo, pero hay que ir para contarlo y jugarse la vida.
La crisis que tiene el periodismo es casi reputacional. Nuestra profesión no está bien vista y tiene mala fama. Pero a la hora de la verdad, ¿quién nos está informando de lo que ocurre en cualquier parte del mundo? Periodistas que se están jugando la vida o profesionales de la investigación. Están en crisis las empresas periodísticas, pero el oficio no porque es necesario y está vivo.

¿Hay algo que echa de menos en los periódicos?

Más medios y recursos. Desde la crisis económica de 2008 se han visto obligados a reducir plantillas y eso, quieras que no, se nota. Si no tienes personas para dedicar a la cultura, por ejemplo, son parcelas que se quedan desconocidas. Hay que invertir más en periodismo.

En relación a la mesa redonda en la participó, ¿cómo se traslada el feminismo al periodismo?

Siendo conscientes de cuántas firmas masculinas hay y equilibrando con las femeninas. En la historia siempre ha habido mucho más peso de los hombres. Hasta hace apenas poco era un tabú y era difícil hablar de esto en las redacciones. En seguida decían que las beneficiaban por ser mujer. Y no es verdad, si hay talento se tiene que reconocer. Ahora ya hay una conciencia de que debe haber una paridad y equilibrio. Y en las novelas, el feminismo se plasma viendo la realidad a través de los ojos de las mujeres.

Además, es subdirectora del diario ‘El País’, se ha tardado en ver que los altos cargos de las empresas estén dominados por mujeres.

En realidad, no es el segundo cargo más alto de la empresa. Además, a mí me hizo subdirectora un hombre hace años, de ahí lo que te he comentado antes. Se tiene que valorar el trabajo y el talento de las mujeres. Ahora hay varias subdirectoras y varias directoras adjuntas. Poco a poco hemos logrado que haya dirección de mujeres. Lo veo con la naturalidad que, por lo menos, debería verse. Sé lo que ha costado y lo que todavía sigue pendiente. Ha sido el logro de muchas mujeres porque han sido muchos años sin escucharnos y, de repente, llegó el momento gracias al contexto histórico y social.