Somontano

Nieves Juste: «El parque cultural existe por el constante apoyo de las gentes del territorio»

Como técnico y gerente, ha visto nacer y consolidarse al Parque Cultural del río Vero. Una realidad difícil de imaginar hace 25 años y en la que ha aunado su pasión por la arqueología y por la divulgación

Nieves Juste, técnico de Patrimonio de la Comarca de Somontano, junto al río Vero a su paso por Barbastro. Foto: Lola García
Lola Gª Casanova
16 abril 2025

El patronato del Parque Cultural del Río Vero se reúne una vez al año. En esta última ocasión, hace unos días, rindieron un sincero y calurosos homenaje a su gerente, la técnico Nieves Juste quien se jubilará en el próximo otoño. 

Ahora nos resulta familiar hablar del Parque Cultural, pero ¿cómo empezó todo? 

En aquellos años, hace casi 30, se deseaba poner en valor los recursos propios. Nos encontrábamos en una época muy particular pues hubo a nivel social y político un interés verdadero por revitalizar el patrimonio. Y no sólo los monumentos, también el paisaje y la historia. 

Se descubren las pinturas rupestres y, desde entonces, se crea un ambiente entre universidad, estudiosos, Museo de Huesca y Gobierno de Aragón para articular una figura que aúne todo esto. 

Esta confluencia se plasma en la aprobación de la Ley de Parques Culturales de Aragón en 1997, pionera y única en toda Europa. En 1998, la Unesco otorga a todas las pinturas rupestres del arco mediterráneo la calificación de Patrimonio de la Humanidad. No se podía pedir más a nivel de reconocimiento. Pero, a la vez, estaba todo por hacer. Cómo crear un parque cultural, cómo articularlo.

Visto así parece que el tema vino de fuera, pero no…

No me cabe ninguna duda: sin el compromiso y el apoyo del territorio no funciona. A veces te preguntan sobre cómo poner en marcha un parque porque cuentan con algo de dinero. Esa no es la cuestión principal. Lo importante: ¿la gente del lugar lo apoya? Y se puede ver en nuestro caso. Comenzamos sólo con los municipios en cuyos términos se ubicaban las pinturas rupestres (Colungo, Bárcabo y Alquézar) y se ha extendido a toda la cuenca del río Vero, con Somontano y Sobrarbe. Entonces, apenas existía oferta turística, nos encontrábamos en unos momentos incipientes.

Un Parque Cultural sirve para gestionar.

Se trata de una herramienta para trabajar con todo ese legado y ponerlo al servicio del desarrollo del lugar. El primer paso reside en conocer qué tenemos, recuperarlo y restaurarlo. 

No olvidemos que cada parque se adecua a su entorno. Aquí, se han implicado CEDER, la antigua mancomunidad ahora comarca y ayuntamientos. Y, para lograr fondos, aprender y sacar proyectos adelante hemos acudido a programas europeos. Así como a convocatorias del Ministerio de Cultura y del Gobierno de Aragón. 

En estos años, ha habido un proceso con sus altibajos. De ahí la necesidad de la implicación de los ayuntamientos y comarcas. Sobre todo, para capear los momentos de crisis económica. A esto le sigue trabajar en accesos, señalización y la difusión. De hecho, nos sentimos bastante satisfechos de la labor didáctica que realizamos entre escolares. 

Porque no sólo ofrece pinturas rupestres.

Seguir el curso del río Vero supone un viaje magnífico por la historia. Desde la prehistoria y los paisajes de montaña en el norte. El medievo  en castillos, ermitas y fortalezas. Y todo ello con las transiciones del paisaje y de los cultivos hasta la ciudad, casi en su desembocadura.

Por ello se han restaurado elementos etnológicos y de arquitectura. Se han creado centros de interpretación, abierto senderos, iluminado iglesias… 

Como ejemplo, este año se va a intervenir en la ermita de San Isidro en Aínsa y en los muros de piedra seca de Boltaña. Además, en los últimos años, nos hemos esforzado en abrir el centro de interpretación de Colungo a personas con discapacidad intelectual y sensorial. Se ha trabajado en un espectro amplísimo, siempre con realismo, pensando en los apoyos con los que contamos. 

De todos modos, en este pequeño espacio del río Vero se hallan pinturas desde el Paleolítico hasta la Edad de los Metales. En ningún otro lugar sucede algo similar. 

Y usted, como arqueóloga, como visitante, ¿qué prefiere?

Esto es como si a una madre le pides que elija entre sus hijos… 

A mí, de verdad, me motivan las sensaciones. Creo que uno debe dejarse llevar por el entorno. Pensar que, desde el Paleolítico y hasta ahora, el ser humano ha habitado en estos lugares y ha formado una sociedad… me sobrecoge. Además, ahora sabemos que en el Paleolítico mantenían relaciones con los habitantes del sur de Francia. 

El río Vero no significa un mero continente, sino que el hombre, a lo largo de los siglos, ha dejado su impronta. Todo ese patrimonio hay que cuidarlo y trasmitirlo.

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