La Asociación Turismo Verde nació en el año 1996, a raíz de un Plan de Desarrollo de la Diputación Provincial de Huesca. Hoy agrupa a unos 200 alojamientos que ofrecen más de 4.000 plazas en casas y apartamentos rurales. Su presidente, Francisco Parra, analiza para El Cruzado esta pata del turismo en la provincia de Huesca.
Parra defiende el modelo de los alojamientos rurales en la provincia de Huesca. Son negocios de gestión familiar que complementan la actividad económica de la casa y que, generalmente, están regentados por mujeres. Y poseen un gran valor: la rehabilitación de edificios en pueblos que, si no fuera por estos emprendedores, podrían estar caídos.
El presidente de Turismo Verde incide, precisamente, en esa rehabilitación: “El turismo rural ha sido un complemento imprescindible [a la economía], porque gracias a él hay muchas casas abiertas, que si no estarían cerradas. Han venido a ayudar”.
El presidente de Turismo Verde cuenta que los servicios básicos son los propios del medio rural y que los clientes “ya saben a dónde van”. Clientes que suelen buscar el contacto con la naturaleza y la tranquilidad.
Entre las preferencias, jardín, barbacoa o una buena información sobre el entorno. Respecto a la conexión a internet, Francisco Parra puntualiza que “en su mayor parte” estos establecimientos cuentan con ella y que “excepcionalmente, hay viajeros que buscan la desconexión total”.
Un medio rural que el ocupante de este tipo de alojamientos ya conoce y, por tanto, las “quejas” sobre infraestructuras, servicios o modos de vida son “anecdóticas”. Situaciones como sorpresa por que una carretera no esté bien iluminada o quien “no aguanta” el silencio.
En este sentido, Parra defiende que los gestores de alojamientos rurales “somos una escuela para urbanitas”. Y concluye: “Lo normal es que agradezcan el canto de un gallo, el sonido del agua o que pase un gato que acariciar”.
Mirando al futuro
El sector afronta un futuro halagüeño. “El mercado no está saturado”, afirma Francisco Parra y, como reto, estaría el relevo generacional.
Un relevo que vendrá condicionado por la dificultad de permanecer en el medio rural para los jóvenes. “Somos una economía complementaria” –recuerda– “y el reto es crear oportunidades en el medio rural, que no tienen porqué ser turísticas”.
De hecho, un porcentaje del alojamiento rural pasa a ser residencial, lo que puede ser solución a uno de los grandes problemas de los pueblos: la falta de vivienda.
La asociación Turismo Verde
Constituida en 1996, Turismo Verde está integrada en la Asociación Aragonesa de Alojamientos Rurales.
Su principal objetivo es apoyar a los propietarios de este tipo de establecimientos. Sus líneas de actuación son formación, asesoramiento, promoción y comercialización de alojamientos y la representación de los socios ante las Administraciones.
Parra, además, añade que son “el apoyo para pequeñas casas rurales en núcleos aislados para que puedan conseguir su economía”. Durante la pandemia, impulsaron un Sello de Alojamiento Responsable y Seguro, para implantar las medidas de seguridad marcadas por las autoridades.