El Ayuntamiento de Berbegal se encuentra a punto de aprobar la licencia de obras que permite a Forestalia el inicio de obras del parque eólico Santa Cruz IV, parque que comparte con Peralta de Alcofea. Y su puesta en marcha no está exenta de cierta polémica y no sólo por la parte medioambiental.

Por un lado, el pie de un aerogenerador cae en unos terrenos propiedad del suegro del alcalde de Berbegal, Carlos Boned Fuertes. Por otro, Berbegal va a ver disminuido el número de aerogeneradores (con la pérdida de ingresos que conlleva) y parte de la oposición no comprende que no haya llevado a cabo acciones legales para intentar retener más molinos.

Antecedentes del parque eólico

Forestalia proyecta el clúster de parques eólicos Santa Cruz en los sasos del interfluvio Cinca-Alcanadre. Se ubican en Berbegal, Peralta de Alcofea, Castelflorite y Sariñena y constan de seis parques eólicos, con una potencia total de 110 MW, 19 aerogeneradores y dos líneas de alta tensión que se dirigen a Monzón.

Por lo que respecta a Santa Cruz IV, entre Berbegal y Lagunarrota (término de Peralta). La empresa promotora presentó un informe que situaba en Berbegal cinco aerogeneradores. Tras las objeciones del INAGA (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) a la propuesta inicial, la empresa ha disminuido el número de aerogeneradores, los ha repotenciado y modificado sus posiciones. Ahora, el parque Santa Cruz IV lo componen cuatro aerogeneradores. Dos permanecen en suelo de Berbegal y dos se trasladan a Lagunarrota. 

Los Ayuntamientos recibirán 480.000 euros por licencia de obras por cada uno de ellos, más un pago anual por el alquiler del terreno previsto para 25 años. En el caso de Berbegal todo el terreno de El Saso es de titularidad municipal y en el Lagunarrota, de propietarios privados. Y es aquí, donde uno de ellos cae en terrenos de la familia de la mujer del alcalde.

Pleno del 2 de marzo

En el pleno del 2 de marzo, Berbegal dio luz verde al pliego. Un pleno que transcurrió con cierta tensión. Miguel Ángel Puyuelo, concejal de Chunta y quien fuera alcalde, explica a este periódico no comprender “cómo el Ayuntamiento no ha presentado ningún tipo de acción legal para intentar retener alguno de los dos aerogeneradores. Hemos renunciado a casi un millón de euros y se los hemos cedido al pueblo vecino”.

Carlos Boned Fuertes, por su parte, justifica esta inacción alegando que “las decisiones del INAGA son inamovibles y lo son por ley. Yo mismo hablé con Jesús Lobera –director general– y me lo dejó bien claro. Forestalia presentó un informe de impacto medioambiental que permitía cinco aerogeneradores en nuestro término. Sin embargo, INAGA lo rechazó por tratarse de zona esteparia”.

En efecto, Jesús Lobera ha confirmado que las resoluciones de este instituto cuentan con valor de decreto. “Nosotros, desde INAGA, trabajamos con total transparencia e informamos en todo momento, tanto a la empresa como a los Ayuntamientos. Si nuestro informe no es favorable, el promotor debe buscar otras localizaciones o bien desestimar el proyecto”.

Sin embargo, tras la tramitación del INAGA, y cuando el expediente se encuentra en el Departamento de Industria, sí caben presentar alegaciones. Así lo confirma Álex Serrano, portavoz de Ecologistas en Acción en Monzón. “Tras el visto bueno del INAGA, ante el Departamento de Industria sí caben acciones, en este caso recursos de alzada. Es en este punto, por ejemplo, cuando intervenimos los ecologistas”.

José Luis Boned, concejal del Partido Popular en Berbegal, respalda la decisión del alcalde y del resto de concejales del PSOE. “Es mejor dos aerogeneradores que ninguno porque la zona de El Saso está considerada como esteparia e igual, si reclamamos, nos quedamos sin nada porque la empresa desestima el proyecto y se va, como a veces ha pasado”. La decisión final de la colocación de los aerogeneradores corresponde a la empresa promotora como explica Lobera: “Son ellos quienes deciden la ubicación según criterios medioambientales y de rentabilidad, entre otros”.

Para paliar la merma de ingresos, el Ayuntamiento de Berbegal ha decidido aumentar el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras). “Forestalia pagará un 4%, pero el resto se queda en un 2% para no perjudicar ni a granjas, ni a almacenes, ni al resto de vecinos”, señala el alcalde.

Puyuelo califica de “dejadez e irresponsabilidad” no intervenir desde el Ayuntamiento y dejar pasar esa fuente de financiación. “Cuando fui alcalde –asegura– tomé conciencia de lo difícil que es contar con financiación, el hecho de ir mendigando fondos. Y ahora estamos dejando pasar más de un millón de euros. Yo soy una persona de izquierdas, pero lo primero es que haya futuro en mi pueblo y dejamos que se escapen estos aerogeneradores”. Y apunta: “Tampoco comprendo las prisas en aprobar el pliego. Un tema tan serio debería haberse tratado en asamblea, con más sosiego o dejarlo para el próximo mandato. Hubo muchas, muchas prisas por parte del alcalde”. 

De hecho, en el transcurso del pleno, el alcalde llegó a anunciar su dimisión en caso de no aprobarse el pliego. Y aquí aparece otro punto caliente: que parte de un molino se sitúa en una finca propiedad de la familia de la mujer del alcalde.

Boned responde a las críticas: “Me dijeron si no era ético, ¡qué le voy a hacer yo! Ni ético, ni no ético. No pinto nada. Cuando Forestalia llamó a mi suegro para firmar los papeles, yo me fui a Diputación Provincial a preguntar qué tenía que hacer y me recomendaron que me abstuviera en las votaciones”. 

Frente a las acusaciones de urgencia, él le resta importancia: “No pasó nada. Pero la empresa nos urgía porque las obras de los demás parques que forman el clúster de Santa Cruz comienzan por este y nosotros todavía no habíamos dado nuestra aprobación”. Puyuelo ahonda en la cuestión: “Tuvimos que votar sin ver, ni conocer los informes técnicos que avalan estas decisiones de tanto calado para el pueblo”.