El intenso calor de este verano provocó, también en la almendra, el adelanto de la campaña de recogida. Desde ASAJA, Eduardo Torres, pone como ejemplo una de las primeras variedades en ser recogidas: “La guara se suele coger hacia finales de agosto; este año se adelantó entre 10 y 15 días el inicio de la cosecha”.
La campaña ha estado marcada por la sequía en primavera y por las altas temperaturas, lo que la ha convertido en “un año complicado”. Lo peor ha sido el calor tan intenso por las noches, que ha afectado especialmente a la almendra de secano, con frutos más pequeños y árboles muertos.
Campaña de la almendra 2023: buena cantidad y menor calidad
Como consecuencia, y resumiendo mucho, la campaña se saldará con una buena cosecha en cuanto a cantidad, pero con menor calidad. Torres detalla que, aún así, la producción va a ser menor de lo que previó la Mesa Nacional de Frutos Secos en el mes de junio. Se esperaba recoger en Aragón unas 20.000 toneladas de almendras. “Habrá que rebajarlo en 5.000 toneladas”, prevé el representante de ASAJA. En global, resulta una buena cantidad, con un 70 por ciento más de producción con respecto a una “cosecha desastrosa” en 2022 por las heladas.
En la SAT (Sociedad Agraria de Transformación) de la Almendra de esta zona, confluyen agricultores de toda la provincia de Huesca, de la parte de Valderrobres en Teruel y de parte de La Rioja. “Nosotros tratamos de llegar al mejor acuerdo con las partidoras”, detalla Eduardo Torres. De ahí, se busca que la almendra de mejor calidad (y mejor pagada) vaya a la alimentación. El caballo de batalla sigue siendo la separación de la almendra amarga –”que tiene su mercado”, añade Torres–. Y es que este tipo de almendras, que algunos agricultores separan y otros nos, rebaja el precio del lote en caso de estar mezclada.