David Arilla forma parte del coro de RTVE desde 2002. Fue ascendiendo hasta ser subdirector durante cinco años, jefe de cuerda y actualmente es barítono. El corista barbastrense analiza la situación de la música en España y repasa su trayectoria.
El pasado sábado abrió la programación del ciclo musical organizado en Barbastro con una actuación de Navari Ensemble, en el auditorio del Centro de Congresos.
¿Cómo surgió su afición al coro y cómo se desarrolló?
La afición por cantar me vino tarde porque desde muy pequeño estudiaba piano y lenguaje musical. A raíz de entrar en el conservatorio de Zaragoza conocí a un profesor que cantaba en coros. Yo hasta los 18 años no había cantado. Empecé a cantar y así surgió. Cuando llevaba un par de años me presenté a las pruebas de canto del conservatorio y ahí empezó mi andadura.
En Zaragoza hice parte de la carrera, luego en Guadalajara y en Madrid. Después de haber hecho varias cosas de solista surgió la oportunidad de presentarme para el coro de RTVE. Audicioné y me cogieron en ese momento como cantante de aumento, los que se cogen para ciertos momentos. Con los años conseguí plaza fija. Una vez estando de cantante pase a ser jefe de cuerda a través de un concurso de oposición y luego subdirector 5 años. Todo como promoción interna.
¿Cómo funciona el coro de RTVE?
Dependemos directamente del Ministerio de Administraciones Públicas. Somos trabajadores públicos, el coro depende de los presupuestos anuales y se entra por oposición o por acuerdos con la propia empresa. Es el más antiguo de España. Para mí, es un orgullo pertenecer a un coro así, sobre todo cuando en España hay muy pocos. Es muy complicado hoy en día entrar en un coro profesional, casi imposible conseguir una plaza. Hay muchos cantantes solistas que llevan toda la vida así y quieren entrar. Es muy difícil porque las plazas que sacan a concurso son pocas y hay mucha gente que se presenta. Es un privilegio estar aquí. Haces colaboraciones en festivales internacionales y trabajas con directores de primera talla.
“La música aporta unas cosas que no dan otras materias y desarrolla muchas partes del cerebro”
David ArillaBarítono del coro de RTVE
¿Cree que hay que fomentar más la enseñanza de la música?
Tendríamos que mirarnos en el espejo de Alemania, Austria o Inglaterra. Países en los que la muisca es una asignatura obligatoria, no es secundaria u optativa como aquí. Además, para la formación de un joven, la música aporta unas cosas que no aportan otras materias y desarrollan muchas partes del cerebro. Esos países lo han sabido ver, tradicionalmente han tenido grandes compositores con mucha tradición y en España nunca se ha conseguido eso y cada día se cuida menos. Es una asignatura pendiente por desgracia.
¿Como les ha afectado la pandemia?
En cuestión de conciertos sí que hemos tenido que suspender muchos. Después del confinamiento, retomamos la actividad con grupos reducidos. Si antes se hacían coros con 70 u 80 voces, ahora se estaban haciendo con 15 o 20, como mucho. Guardando la distancia y con mascarillas. Pero volvemos a estar entre 50 y 60. Durante el confinamiento hicimos labor en redes sociales de clases magistrales, documentales, etc.
¿La mascarilla no modifica vuestra voz?
Es horrible. Un cantante lírico necesita manejar muchísima cantidad de aire. No es nada cómodo. Luego la emisión de sonido se resiente mucho porque lo que son todos los armónicos de la voz no salen. Es muy complicado. A diferencia de otros países en Europa, los coros ya han abandonado la mascarilla. Pero lo realmente importante es que al teatro va viniendo gente, son nuestro apoyo.
Por último, ¿qué consejo le darías a alguien que está empezando?
A cualquier persona que esté estudiando canto o cualquier instrumento, sobre todo que tenga constancia y no se desmoralice. El estudio del canto es bastante ingrato a veces. Es un instrumento que a diferencia de otros que los puedes oír en directo, el canto no lo oyes en directo.Tienes una sensación muy rara. Es como cuando te escuchas grabado. No te reconoces muchas veces. Lo que tu oyes no es realmente lo que está saliendo, de ahí la dificultad. Y por eso, puede crear muchas frustraciones. También, enseñar canto es difícil. Un profesor puede venir bien para una persona y mal para otra. Por último, pensar que el estudio no tienes que enfocarlo como algo que te vayas a dedicar a ello. Si luego te dedicas genial, pero sobre todo que te llene espiritualmente.