Escaparate para compras y ventas, gestiones de visitas y mantener relaciones sociales para darse a conocer. Los participantes en FERMA han visto la evolución del certamen durante sus 60 años de vida. La oportunidad que les da la feria es «perfecta, no se debe olvidar ni debe desaparecer». Los expositores más novatos perciben en FERMA una ocasión estupenda para darse a conocer y entrar en contacto con la sociedad.
Por su parte, los más veteranos han vivido la adaptación a los tiempos que ha tenido: antes dedicada a la maquinaria agrícola y automóviles, y ahora extendida durante un mes por todo Barbastro con experiencias gastronómicas. Los expositores destacan el «esfuerzo impagable» de los organizadores en sacar adelante esta feria, hoy multisectorial. Todos los expositores de FERMA escriben la historia de la segunda feria más antigua de Aragón.
JOSÉ RAMÓN COSTAS – RENAULT ANTONIO BARDAJÍ S.L.
A partir del primer año de FERMA en 1962, Antonio Bardají S.L., el concesionario de la marca Renault y Dacia, no ha fallado a una cita, fue uno de los primeros expositores El vínculo de la empresa con la feria barbastrense ha ido de la mano desde hace sesenta años. «Primero lo haces por socializarte con Barbastro y con el mundo del automóvil. Y por otra parte, como empresa, te interesa que te conozcan y te vean. La influencia de FERMA en Barbastro y en Aragón en general, es muy grande», explica José Ramón Costa, gerente.
La empresa ha visto expectante cómo el certamen se adaptaba a los tiempos: «Ha evolucionado perfectamente. Otra cosa es el público que ha tenido. Antes ibas a vender coches de casa en casa y ahora es imposible hacer eso. Algo parecido ha ocurrido con la feria. Antes era plenamente maquinaria agrícola y automóviles y hoy en día hasta tiene un mercado de consumo. Pero parece que este año lo vuelven a llevar a la maquinaria agrícola y al sector automovilístico».
Además de exponer nuevos modelos y mostrar novedades, asegura que también se mueve el mercado de los eléctricos. La empresa de coches barbastrense recibió en 2010 el trofeo FERMA, como reconocimiento a la fidelidad en la cita ferial. Destaca Costa a los organizadores y directores que ha tenido la feria, que han llevado a la muestra a ser la segunda más antigua de Aragón, solo por detrás de la de Zaragoza.
ALFREDO LAPIEDRA – TALLERES LAPIEDRA
Talleres Lapiedra es una de las empresas más fieles a FERMA. Alfredo Lapiedra recuerda que tienen alguna foto con su padre y los camiones de la empresa en la primera edición de la cita. «Es muy importante estar en FERMA. Hay que tener en cuenta que si por nuestras instalaciones en el polígono suelen pasar 20 clientes al mes, en dos días en la feria nos ven cientos de personas. Es una muy buena forma de dar a conocer la empresa y enseñar nuestras novedades», explica.
Para esta edición contarán con dos stands; uno con las marcas Fiat, Alfa Romeo y Jeep, y otro con vehículos comerciales de Iveco. Señala también la apuesta que se realiza en esta muestra volviendo a sectores de años anteriores, aunque es consciente de que «el tiempo ha llevado a variar el formato de la feria».
«Parece que esta edición va a ser más del sector de automoción, no va a ser como otros años que estábamos junto a tiendas de alimentación. Hemos roto con lo que se venía haciendo, se necesitaba un cambio y estamos ilusionados», indica. Por último, Lapiedra reconoce «el esfuerzo bárbaro e impagable» de los organizadores para celebrar FERMA durante estos sesenta años.
VÍCTOR CLAVERÍA – CABECITA LOCA
Cabecita Loca debutó en FERMA en 2016 y desde entonces no se ha perdido una edición de la feria barbastrense. El año pasado, al no celebrarse en el recinto ferial, estuvieron en el paseo del Coso haciendo degustaciones de vermús y sangrías. «En los primeros años supuso darnos a conocer y en los últimos, a raíz de algún premio que nos han dado, la gente ya nos conoce. Siempre está bien ir a estas ferias porque viene gente de fuera y los de Barbastro ya nos sitúan», afirma el dueño.
La empresa de Clavería se dedica especialmente a las bebidas con base de vino. En FERMA, estos expositores las muestran y promocionan. «Les invitamos a catarlas gratuitamente y si se interesan les explicamos cómo las elaboramos», añade. Confiesa que la acogida durante estos cuatro años «ha sido buenísima». Personalmente, el dueño se siente «súper orgulloso, porque tras la primera edición en muchos bares y comercios pusieron nuestra bebida a la venta».
Asegura Clavería que este año no han acudido a ninguna feria excepto a la organizada en Barbastro. «Nos permite conocer gente de aquí y siempre salen nuevos clientes. Es una manera de que conozcan un producto de su zona y te permite hacer relaciones sociales».