Manuel Serrano comenzó en el mundo del motor a los 14 años y tiempo después, fundó su propio negocio, Automóviles Serrano S.L. en Barbastro. En este año 2023, esta empresa, en la que le acompañan sus dos hijos, Alberto y José Manuel, recibe el Trofeo FERMA. El acto se celebró este jueves en el marco de la jornada inaugural y las experiencias de FERMA Innova en el jardín de la UNED de Barbastro .
¿Cómo comenzó en el mundo de los automóviles?
Cuando terminé de estudiar, a los 14 años, comencé a trabajar en un taller de Barbastro. Antes ya había trabajado en otros ámbitos, como de camarero, pero entonces empecé como mecánico. Allí permanecí 18 años. Un poco después, me vinieron a buscar de la Citroën para trabajar allí como mecánico, pero justo en ese momento necesitaban un comercial. Contaba con experiencia previa porque iba a las ferias a vender los tractores, por lo que probé suerte en el sector comercial y trabajé allí durante trece años más.
En ese momento fundó su propia empresa, Automóviles Serrano.
En una feria hablé con los gerentes de la Toyota de Huesca y surgió la idea de traer esta marca a Barbastro y yo acepté. Comencé yo solo en un almacén en el que únicamente cabían cuatro coches, pero el alquiler me lo pagaban ellos.
Poco a poco el trabajo fue aumentando y me trasladé a otro local más grande junto con un mecánico, Antonio, y una secretaria, Blanca. Al principio, me continuaron pagando el alquiler los de la Toyota de Huesca, pero después me cedieron el negocio al cien por cien. Actualmente, la plantilla de la empresa se conforma de 14 personas.
¿No le asustaba dar un paso tan grande?
Claro que asustaba. Se trataba de una inversión muy grande y económicamente íbamos justos. Pero también observamos que progresábamos. Los comienzos no fueron fáciles, pero nunca debemos acordarnos de lo malo, solamente de lo bueno.
Años más tarde se trasladaron a una nueva nave e incluso aumentaron las marcas que vendían.
Antes con una sola marca podías vivir, ahora ya no. Toyota fue la primera marca con la que trabajamos, después llegó Kia, y más tarde Hyundai. También trabajamos con Varaneo, de bicicletas y scooters eléctricas. Además, contamos con nuestra distribuidora de recambios y lubricantes IBERDAP.
Durante todo este tiempo la tecnología ha cambiado mucho, también el sector automovilístico. ¿Cómo se han adaptado?
Sinceramente, un poco mal. Se trata de un cambio para mejor, pero también que genera más problemas. La tecnología avanza y en consecuencia contamos con el riesgo de quedarnos atrás. Además, nuestras marcas son punteras en tecnología, debemos estar siempre actualizados.
La forma de vender también ha cambiado. Antes vendías a través de tus conocidos, viajando a los pueblos, etc. Ahora los viajes se han acabado y la gente sabe incluso más que nosotros gracias a internet.
Sus dos hijos le ayudaron mucho en este aspecto.
Trabajo junto a mis dos hijos, Alberto y José Manuel y, evidentemente, gracias a ellos he podido adaptarme. Alberto terminó de estudiar, se quedó en la empresa y desde entonces el negocio fue cambiando mucho. Desde la forma de trabajar y las ideas hasta la expansión y la mirada a futuro. Más tarde, José Manuel también terminó sus estudios y decidió trabajar en la empresa. Esto en parte continúa por y para ellos, porque yo ya podría estar jubilado (ríe).
¿Qué supone para Automóviles Serrano el Trofeo FERMA?
Siempre esperaba ganarlo algún día, pero nunca lo conseguía. Este año se me pasó la idea por la cabeza, pero pensé: tampoco va a llegar. Sin embargo, un día entré al taller y mis hijos me dieron la noticia. Al principio no me lo creía, luego me sorprendió y me alegré mucho. Es un detalle que después de tantos años se reconozca nuestra presencia en la FERMA.
¿Proyectos de futuro?
En unos meses nos trasladaremos a una nueva ubicación porque necesitamos más espacio. Estaremos en la carretera Nacional 240 PK 161,500, en el antiguo servicio oficial de Ford. De esa manera todas las marcas se encontrarán bajo un mismo techo.