abril 27 @ 20:00 – 22:30
Dirigida por la barbastrense Asun Trallero con su compañía Trifulca Teatro y con participación del grupo local La Melinguera.
Hemos puesto voz a Federico García Lorca, muerto entre los vivos y vivo entre los muertos, acompañando a estas mujeres en su tragedia, desde la suya propia. Y hemos levantado su poesía del libro para intentar hacerla humana, hablando y gritando, llorando y desesperándonos. Hemos vestidos a sus personajes con trajes de poesía que transparentan sus huesos, su sangre.
A Federico le gustaba frecuentar la casa de su tía Matilde García Rodríguez en Valderrubio. Tenía un pozo que compartía, a través del patio, con su vecina Frasquita Alba, que vivía con su segundo marido y sus hijos. A Federico le gustaba escuchar las historias que contaban su tía y sus primas acerca de Frasquita, muchas de ellas provenientes de conversaciones que se oían reverberadas en el agua del pozo. Estas historias, junto con el luto riguroso que se instauró en la casa de su pariente, Paca Mazuecos, inspiraron su obra La casa de Bernarda Alba.
El 12 de Julio de 1936, a unos días del levantamiento militar que sumiría España en una guerra civil de tres años, Federico García Lorca leyó a sus amigos de Madrid su nueva obra. La reunión tuvo lugar en la casa del doctor Eusebio Oliver y la obra era La casa de Bernarda Alba. Al día siguiente, Federico, asustado por el tenso ambiente que se respiraba en esos días, cogió un tren a Granada para encontrarse con su familia. El 16 de agosto es detenido y conducido al Gobierno Civil. Pese a las gestiones que en su favor hacen Manuel de Falla y Luis Rosales, Federico García Lorca es conducido a Víznar, en las cercanías de Granada, donde el día 19 de agosto es asesinado.