El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha ejecutado la reordenación de los accesos en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 63,705 y 64,900 de la carretera N-230, en el término municipal de Benabarre. Esta intervención, con una inversión de 130.000 euros, tiene como objetivo mejorar la seguridad vial de los usuarios y de la funcionalidad de este tramo, con una media de 2.000 vehículos diarios.
La subdelegada del Gobierno de España en Huesca, Silvia Salazar, ha visitado esta lunes el tramo para conocer el resultado de los trabajos del Mitma, ya finalizados, en compañía del alcalde de Benabarre, Alfredo Sancho, el presidente de la Comarca de la Ribagorza, Marcel Iglesias, y del jefe de la Unidad de Carreteras del Estado en la provincia, Ignacio García.
El tramo objeto de la actuación cuenta con tres carriles. Dos de ellos en sentido de circulación Vielha y el tercero en sentido de circulación Lleida. En esa zona de la N-230 confluye también la carretera N-123, así como un elevado número de accesos a propiedades y a otras actividades, incluyendo una estación de servicio.
Descripción de la actuación
En la intersección de la N-123 con la N-230, con el objetivo de mejorar el movimiento Barbastro-Vielha en la incorporación a la izquierda, se ha suprimido el carril existente en la N-230 (carril de la izquierda en sentido Vielha) y se ha transformado en un carril central de espera y aceleración en una longitud de 165 metros, con el objetivo de facilitar la incorporación al sentido ascendente, del cual quedará disponible con un solo carril (antiguo carril adicional para vehículos lentos). El giro a la derecha no sufre modificación puesto que se realiza en condiciones de seguridad.
Por su parte, los giros del movimiento Lleida – Barbastro, que suponen salir de la carretera N-230 para tomar la carretera N-123, se venían realizando mediante un giro indirecto gracias a una glorieta partida en la N-230. Esta maniobra implicaba atravesar tres carriles: dos en sentido ascendente y uno en sentido descendente. La solución supone la creación de un carril central de espera antes de la intersección N-123/N-230, para permitir el giro a la izquierda. Este carril central tiene una longitud de 60 metros más otros 60 metros de cuña. Esta solución dejará fuera de servicio la glorieta partida actual.
En relación a los giros hacia la estación de servicio, el acceso sólo se podía realizar de manera directa en sentido ascendente. De igual manera sólo se podía salir en ese sentido ascendente (Estación de Servicio-Vielha). Para mejorar la seguridad, se ha creado un carril central de espera que permite el giro a la izquierda para los que circulen hacia Lleida. La salida directa de la Estación de Servicio hacia Lleida sigue sin estar permitida.
Respecto a los caminos junto a la N-230, se limitan los giros a izquierda para ganar seguridad. Con la reordenación de accesos a Benabarre completada, la velocidad pasa a estar limitada a 60 km/h entre el PK 63+705 y el PK 64+300. En el resto del tramo, el límite de velocidad se mantiene en 80km/h.