Coherente. No podía ser de otra manera. Esta única palabra, Franciscus, será la que leerán los que visiten su tumba en una de las capillas de la Basílica de Santa María la Mayor junto a una imagen de María, Salus, populi romani donde acudía al empezar y al terminar todos los viajes que hizo como papa.
Franciscus. Pobre como «pobre es Asís» Este iba como un loco por las campiñas de Asís gritando «el Amor no es amado». El papa Francisco gritaba lo mismo, hoy traducido en un sueño de una Iglesia pobre y para los pobres. En el corazón de «el pobre de Asís» cabían todos y cantó a todas las criaturas. El papa Francisco se desgastó hasta el final para que la Iglesia fuera una comunidad en la que hubiera sitio para «todos, todos, todos». Sorprendió al mundo, quizá no todos lo entendieron, cuando dijo con una conciencia de pobre: «¿quien soy yo para juzgar?».
¿Es noticia la muerte de un papa? Se mueren los reyes, los papas y los mendigos. La muerte es y no es noticia pero sí que es noticia la muerte del papa Francisco, aunque su muerte no sea el final de nada. Nos ha enseñado la necesidad de una Iglesia en salida, la urgencia de mirar con ojos de bondad a los descartados, de estar cerca de todo sufrimiento y de llorar porque hay guerras en el mundo que son injustas.
Su legado doctrinal nos deja cuatro Encíclicas y la última, Dilexit nos, es como su corazón revelándonos el amor del Corazón de Jesucristo. Además seis Exhortaciones apostólicas, la primera, Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual. Y además 47 viajes apostólicos visitando 66 países en los cinco continentes.
¿Qué hay que hacer ahora? Recogiendo su vida y su doctrina, mirar hacia el futuro sin miedo y con esperanza. El papa Francisco estuvo preocupado por la posibilidad de una tercera guerra mundial y habló de que ya estamos «en una tercera guerra mundial a trozos». Su preocupación era sensata y realista. Y eso le llevó a poner todos los medios para encontrar soluciones de paz. Como última prueba de esto ofreció su vida, así consta en su testamento, por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos. A la fe, el papa Francisco fue ante todo un hombre de fe, sólo le puede acompañar la esperanza.
Papa Francisco, descansa en paz.