Raúl Lardiés Bosque, nacido en Sabiñánigo y profesor en la Universidad de Zaragoza, es el investigador principal en España del proyecto Matilde. Un estudio que analiza el impacto de la inmigración en zonas rurales y de montaña y para el que han realizado muchas entrevistas personales. 

Aragón lleva 20 años ganado población debido a la inmigración. ¿Debemos confiar en ella para mantener el mundo rural?

Desde mi punto de vista esto sería un error. Los inmigrantes, sean de donde sean, comparten las mismas inquietudes que nosotros. Por tanto, si encuentran un trabajo mejor o les resulta muy complicado vivir en un sitio pequeño, se irán a otro lugar. Como todos, buscan mejorar su calidad de vida.

En las de zonas rurales, los inmigrantes suponen un porcentaje importante porque son las únicas personas dispuestas a desempeñar determinadas labores. 

Tras la pandemia del covid 19, se predijo una vuelta al pueblo, ¿en qué ha quedado?

Se trató de algo ilusorio. En aquellos momentos, en las ciudades, las restricciones de movilidad resultaban más estrictas que en municipios pequeños. Por tanto, quienes disponían de una segunda residencia dejaron la urbe…  por unos meses y así se refleja en los datos. Se trató de algo temporal y esa vuelta al medio rural por efecto del covid ha quedado en agua de borrajas. En cuanto las ciudades recuperaron su ritmo de vida normal, regresaron a ellas.

Hay quienes optan por un pueblo buscando calidad de vida.

Dentro de las migraciones existen las ligadas al estilo de vida. Sin embargo, se trata de una minoría que, de verdad, apenas influye en los flujos. Obedece a un perfil de persona urbanita y con un nivel de formación medio-alto, que, en muchos casos puede teletrabajar.

No debemos olvidar que la verdadera razón para que se traslade la población reside en el trabajo.

Observamos que las ciudades siguen creciendo.

Se trata de una tendencia global.  Vivimos en una época que camina hacia la concentración y se aprecia en todos los continentes. 

Creo que no se puede ir contracorriente y, por ello, veremos desaparecer municipios cuando fallezcan los actuales vecinos. El pueblo dejará de existir por muerte biológica.

Hablando de factores sociológicos, se prefiere vivir en un lugar que ofrezca posibilidades (de ocio, de cultura, trabajo…), aunque luego no las disfruten. ¿Cuestión de modas?, quizá, pero es la mentalidad que impera. 

Y, ¿dónde queda el medio rural?, Somontano, Ribagorza…

Hay que diferenciar. Los territorios con una agricultura competitiva, de regadío, con turismo e industria  se mantendrán. El eje oriental de la provincia de Huesca que forman Barbastro, Monzón y Binéfar presenta una condiciones atractivas para vivir, ofrece futuro. 

Otra realidad se da en zonas más remotas con pésimas comunicaciones o de montaña o con agricultura de secano… 

Hablamos de despoblación, pero esta realidad la originó el modelo de desarrollo español. 

En nuestro país, la industrialización primó algunos puntos concretos: Cataluña, País Vasco, Zaragoza, Valladolid… pero no se realizó de forma uniforme por todo el territorio. A esto se sumó la mecanización del campo. Por tanto, se despoblaron muchas áreas. Ahora vemos cómo la política trata de revertir lo que ocasionaron otras políticas . 

Ahora vemos los frutos de aquellas decisiones. En Francia o Alemania que vivieron otra forma de industrialización el medio rural nunca desapareció y cuenta con más fuerza que el español.

Los políticos hablan, los pueblos acondicionan viviendas…

En mi opinión personal para evitar que acabemos viviendo en grandes núcleos se deben reforzar, sobre todo, las ciudades intermedias, aquí entran las cabeceras de comarca como Barbastro. Hay que procurar, en serio, que se mantengan estas poblaciones, con sus servicios, tiendas, comunicaciones, cultura… 

Que en los pequeños municipios haya vivienda es un factor crucial. Sobre todo en los más cercanos a estos puntos más importantes. En general el medio rural, ha ganado en servicios y calidad de vida.

¿Qué opina de que exista una fiscalidad diferencia en la zona rural?

No soy experto en la materia, pero quienes saben albergan serias dudas de su legalidad. Pero no creamos que se trata de la única medida que se puede tomar. Por ejemplo, liberar suelo urbano, agilizar trámites para construir, ventajas para atraer nueva industria…