El Ayuntamiento de Barbastro ha invertido algo más de 34.000 euros para instalar líneas de vida en varios edificios municipales. En concreto, en las azoteas del Centro de Congresos y de los colegios públicos Pedro I y La Merced. También se han ubicado escaleras de seguridad para acceder a los tejados del ayuntamiento y de los dos centros escolares citados.
Las líneas de vida son sistemas anticaída destinados a mejorar la seguridad de los trabajadores que deban acceder a los tejados. En este caso, se han instalado de forma permanente y permiten que los operarios se anclen a ellos mediante arneses, cables y argollas.
«Sorprende ver cómo edificios como los citados no contaban con un elemento imprescindible y, también, lo precario del sistema de acceso a las cubiertas. Era imprescindible solucionar estas cuestiones, porque los trabajadores que acceden para realizar mantenimientos y reparaciones a las cubiertas de estos edificios deben hacerlo siempre en las mejores condiciones. La prevención es clave», explica el concejal de Servicios, Javier Garcés.