No hace ni dos semanas de la conclusión de las Jornadas Montañeras y ya encaramos la Asamblea de socios ordinaria y extraordinaria. Estamos en la antesala de la Navidad y el club bulle con la planificación de belenes y cursos de esquí de montaña, alpino, fondo, snowboard…
Sí amigos, tras esperar más de un año, el mes de octubre dio paso a la reanudación de actividades y aún con el repunte de la pandemia querríamos seguir adelante asumiendo todas las medidas de precaución. Si hay que reunirse en grupo más o menos numeroso, valoramos la opción de pedir el certificado de vacunación y siempre guardaremos las distancias de seguridad pues las actividades al aire libre así lo permiten.
Montañeros de Aragón ha tenido siempre vocación por hacer ciudad. Barbastro ya hace setenta y dos años que además de ser un cruce importante de caminos que llevan al Pirineo, es una ciudad de montañeros. No pretendemos tener la exclusividad en la franquicia de los deportes de montaña; celebramos iniciativas de barrios o instituciones locales que ayuden a los vecinos a acercarse al paraíso que tenemos tan cerca. Nuestra vocación también ha sido enseñar, acompañar y hacer disfrutar a los miles de barbastrenses que han participado en las actividades del club en su larga trayectoria.
“Montañeros de Aragón ha tenido siempre vocación por hacer ciudad”
Pedro Solana
Las Jornadas Montañeras de este año han tenido un sabor especial. Han sabido a despegue tras el parón. Han sido un punto de inflexión tras aparecer en el equipo directivo un grupo de jóvenes que han dicho sí a lo que proponíamos desde hace tiempo. Son savia nueva, gente joven que viene a dar fuerza e ideas a la hora de diseñar actividades que permanecían un poco silenciadas estos últimos años. La renovación ya es un hecho, se rubricará en la Asamblea y lo pudimos observar en estas Jornadas. Novedades como el mercadillo de material, el concurso fotográfico, la colaboración de las librerías…
El elenco de conferenciantes en las tres charlas ha satisfecho las expectativas. Alberto Ayora, el flamante jacetano y presidente FEDME, supo atraer la atención de todos con su historial de expediciones. Fue muy didáctico a la hora de ponderar y aprender de los errores. La seguridad en las actividades garantiza la supervivencia de un club al que la gente se acerca sobre todo para aprender.
Tomás Arcas dio un giro a la atención de un público que disfrutó de su relato respetuoso, romántico y aventurero, acompañado siempre por unas imágenes de bicicletas de montaña en lugares únicos, de descensos apetecibles en parajes conocidos.
Y como regalo de fin de fiestas, el montañero Carlos Soria repitió por tercera vez en las Jornadas Montañeras mostrándose muy complacido por la invitación y narrando con detalle toda una vida, una longeva carrera deportiva vivida a ocho mil metros, siempre con seguridad y renunciando a las situaciones de peligro. Carlos ha sido siempre garantía de un éxito basado en su perseverancia y percepción de la realidad.
Han sido unas Jornadas de lujo y pensadas para todos los barbastrenses.