Adrián Serna se ha convertido en el nuevo presidente de la Peña Ferranca, pero este no es su único logro. Serna fue el cerebro detrás del exitoso festival de música aragonesa Matadragons, que tuvo lugar el pasado día de San Jorge en Barbastro. En una entrevista exclusiva con el Cruzado Aragonés, Serna comparte cómo se desarrolló el evento y las divertidas anécdotas que surgieron durante su primera edición.

¿De dónde salió la idea de hacer un festival “a la aragonesa”?

La idea surgió de dos o tres socios. Nos juntamos a tomar algo y estuvimos hablando de organizar un concierto en la peña. Poco a poco, fue evolucionando hasta la creación del festival. El evento se empezó a crear en octubre, antes del Pilar.

¿Cuál era la filosofía original de este festival?

Fue una idea que empezó como un simple concierto que queríamos hacer en abril. Sí que teníamos claro que tenía que ser el día San Jorge porque nos encajaba. En el momento que a medida que se empezó a sumar gente al proyecto, sí que se apostó por coger grupos aragoneses y que girase en torno al día de Aragón.

¿Cómo es el balance de esta primera edición?

Visto lo de este año, ha sido muy positivo según la junta que lo hemos gestionado debido a la aceptación que ha tenido la gente. La idea es continuar, que este festival ha llegado para quedarse.

¿Cuál ha sido la clave del éxito en este primer Matadragons?

No te sabría decir, la verdad. Yo creo que ha sido muchísimo el gran trabajo de las redes sociales. Lo han llevado muy bien. Debo felicitar a las personas encargadas de ellas.

¿Cómo es organizar un evento así?

Ha sido muy, muy, muy, pero muy duro y sobre todo cuando se acercaba la fecha. Al final, todo empieza como un juego, pero nadie se imagina la burocracia que conlleva para conseguirlo. Al final, en el festival, tú llegas, tomas algo, escuchas un concierto y te vas; pero sobre todo el trabajo que hay detrás para conseguir el concierto, el orden, el personal… son tremendos.

¿Cuánta gente ha estado involucrada en las gestiones?

Hemos estado seis personas, pero también hemos tenido la ayuda de toda la junta directiva de la Peña Ferranca. Seis personas nos enfocamos en el festival, pero sin el respaldo de la Peña, no hubiésemos hecho nada.

¿A qué artistas se les llamó a la puerta, pero por el motivo que fuese no terminaron viniendo?

Se llamó a bastantes. Una cosa muy curiosa es que se le escribió un correo hasta a Amaral, pero no tuvimos respuesta. Los demás que se barajaron, se enviaron y aceptaron a la primera. De cara al año que viene tenemos bastantes propuestas.

Una propuesta personal, ¿habéis valorado la opción Kase.O?

Sí, de hecho, Kase.O es una de las propuestas fuertes para el año que viene. Al final, no te puedo asegurar que venga, pero está en la pre-lista.

Viendo la limitación del panorama de música aragonesa, ¿se repetirán grupos en futuras ediciones?

La idea es contar siempre con algún grupo aragonés y, cuando no queden más, traer a artistas invitados al festival de la música aragonesa. Tenemos que contar con gente de fuera porque el círculo de artistas es bastante limitado.

Una de las grandes propuestas para esta primera edición era traer a la Ronda de Boltaña para rondar por las calles de Barbastro, ¿habrá un segundo intento?

Sí, desde luego, ya se les ha escrito. Estamos pendientes de contestación. El problema fue que cuando los intentamos traer, dos de los integrantes no pudieron venir por fechas. Después, al no venir ellos dos, no vino ninguno. Sin embargo, la Ronda de Boltaña iba a ser el evento principal del festival.

¿Qué anécdotas curiosas ha dejado la primera edición del Matadragons?

Yo me guardo cuando me vi a una persona a las nueve de la mañana esperando para entrar a la taquilla. Para mí fue una gran sorpresa. De hecho, me acerqué y me dijo. Me preguntó: ¿Oye cuándo abre la taquilla? Yo me quedé pensando que no podía ser que el festival hubiese pillado tal magnitud.