Tal y como contó El Cruzado Aragonés, la actual Banda de Música Ciudad de Barbastro se presentó oficialmente el lunes, 18 de mayo de 1998, con un concierto celebrado en el salón de actos del ayuntamiento de Barbastro. Esta formación proviene de la anterior Banda Municipal que llevaba años inactiva.
Alfredo Ordás, quien lleva en la banda desde sus inicios, recuerda el primer día de la actual formación a la perfección. “En el ayuntamiento no se esperaban nuestra actuación. Nos instalamos en el salón de plenos para ofrecer el primer concierto y darnos a conocer. Muchos concejales se sorprendieron, como Rivera, que dijo: ¿Pero qué hacéis aquí? Nosotros le respondimos: Venimos a presentar a la futura banda de música de Barbastro. Invitamos a los concejales y al alcalde e hicimos un mini concierto con los veteranos de la antigua banda, profesores de la Escuela de Música y la directora en esos momentos, Belén Castel”, evoca Ordás.
Rememora esos inicios “con mucha incertidumbre porque no sabíamos si el Ayuntamiento de Barbastro nos apoyaría. Una ayuda ahora fundamental para la existencia de la banda. Aun con todo, los comienzos resultaron muy bonitos porque existía un grupo de niños y veteranos bastante numeroso y desprendíamos mucho entusiasmo. Lo pasábamos bastante bien en los ensayos”.
La banda la formaron 30 componentes. Algunos veteranos de la anterior Banda Municipal, pero la mayoría venían de la Escuela Municipal de Música. Cada miembro aportaba su instrumento y comenzaron siendo cinco violines, un violoncelo, tres flautas traveseras, dos oboes, siete clarinetes, dos saxofones altos, un saxofón tenor, dos trompetas, un trombón, dos teclados y tres percusiones.
Asociación Amigos de la Banda “Ciudad de Barbastro”
Para obtener respaldo y financiación nace la Asociación Amigos de la Banda “Ciudad de Barbastro” de la mano de su primer presidente, Javier Pérez. En la actualidad cuenta con 250 socios. Esta misma entidad en el año 1999 creó los Premios Diapasón “como reconocimiento de los valores positivos y emocionales de las personas de la banda de música”.
Existen dos modalidades: el “Premio Diapasón de Honor” que se concede a alguna persona o entidad que haya destacado por su colaboración en las actividades del colectivo y el “Premio Diapasón de músico”. Este se acaba otorgando a todos los músicos tras un tiempo de permanencia. Se destaca una de sus cualidades personales “y siempre con simpatía y buen humor”. Debido a la pandemia, estos galardones se suspendieron, pero siguen existiendo.
En total han pasado por 6 locales de ensayo
Los primeros ensayos se llevaban a cabo en la segunda planta de la Escuela Municipal de Música y Danza, tal y como lo recuerda el actual director de la banda desde el año 2006, Javier Lanao. Y desde entonces, han pasado por cinco locales de ensayo diferentes. En 2002, se trasladaron a la sala discoteca del antiguo cine Argensola; en 2005, a la Casa de la Juventud; en 2007, al Centro de Congresos; en 2015, al antiguo colegio Pedro I y, tras su derribo en 2023, actualmente se ubican en el edificio anexo al Moliné.
Un destino que a los miembros de la Banda les ha encantado, aunque también sospechan de un problema. Ensayan en un piso rodeado de grandes cristaleras y ventanas. Por lo que temen sufrir demasiado calor en verano. “El local está muy bien, espectacular, pero le falta climatización. Veremos qué hacemos estos meses”, confiesa Javier Lanao.
A día de hoy la banda la componen 40 músicos, “pero a la hora de actuar estamos 30 aproximadamente porque la gente a veces no puede acudir a los conciertos”, explica Lanao.
El futuro de la Banda de Música Ciudad de Barbastro
Tanto Javier Lanao como Alfredo Ordás coinciden: “Vemos el futuro de la Banda de Música Ciudad de Barbastro con mucha incertidumbre”. Lanao explica que el flujo de nuevos miembros de la banda no es el mismo que antes. “Nos cuesta que los jóvenes se unan. A veces hablamos con los profesores de la Escuela de Música y nos explican que la juventud cuenta con tanto entretenimiento alrededor que no se quiere involucrar”.
La misma opinión la comparte Ordás quien cree que “el entusiasmo inicial se ha perdido. Los veteranos todavía seguimos, pero ahora la disponibilidad del resto de componentes ha mermado. Nos falta ese núcleo juvenil e infantil de ilusión y ganas. Debemos competir contra muchos otros entretenimientos; tecnologías, deportes… Además, a la generación actual le cuesta comprometerse y perseverar. Prefieren lo fácil e inmediato y la música no es eso, no es fruto de un trabajo rápido. Se trata de un trabajo constante. La música requiere mucha constancia y pertenecer a una banda, mucho compromiso”.
A su vez, Lanao añade: “Creo que antes estudiábamos más que ahora. Por tanto, cuando llegan a una agrupación como la nuestra y ven las partituras, se asustan y, en ocasiones, no vuelven. Les explicamos que no pasa nada, que al principio siempre es así, pero les cuesta. Ellos quieren inmediatez, rapidez y que todo funcione ya”.
Desde la banda animan a que todo aquel que quiera unirse hable con ellos o simplemente, acuda a los ensayos y así, quizás, les pique el gusanillo. “Lo bueno de la banda es que nos une la música. Una vez que haces grupo y amistad, no la pierdes. Se trata de amigos para toda la vida, un lazo muy especial. Vas a disfrutar de amistades muy duraderas porque siempre te acaba uniendo la música. Mediante ella te relacionas, aunque no lo quieras”, confiesa Lanao, quien añade la que considera una de las virtudes de pertenecer a este grupo.
“Cuando salen al mundo laboral se encontrarán poca solidaridad, mucho individualismo y competitividad. Nosotros intentamos transmitir otros valores como la solidaridad y la amistad, aunque sea una isla. De esa manera pretendemos que esos valores se transmitan”.
De momento la banda sigue, y su música continuará sonando por las calles de Barbastro, e incluso de España, a través de sus viajes. Para celebrar los 25 años preparan una serie de actos, como un espectáculo de magia y música con un mago, actividades de formación para el verano y quién sabe si algo más.