El Ayuntamiento de Barbastro se planteó comprar el edificio de Almacenes San Pedro en 1997. La decisión se aprobó en pleno y suponía adquirir el inmueble que era propiedad de la cadena de supermercados Supermax, que lo ocupaba desde 1986 (año del cierre de Almacenes Simeón).
La decisión generó cierta polémica, pues se acusó al equipo de gobierno presidido por Rafael Fernández de Vega de haber tomado “una decisión precipitada”. En cualquier caso, ya entonces se hablaba de darle un uso cultural. Poco después, se valoró que acogiera la Oficina Delegada del Gobierno de Aragón (hoy en la plaza Primicia).
No fue hasta febrero de 2012 cuando, al cerrar el supermercado que ahí se ubicaba, se volvió a nombrar la posibilidad de que acogiera un uso cultural, “como sede de una biblioteca del siglo XXI”, escribía El Cruzado en su sección de ‘Apuntes’.
La posible compra volvió a ser noticia en 2016, cuando el Partido Popular propuso incluir en los presupuestos una partida de 300.000 euros para comprar el inmueble de Almacenes San Pedro. En las cuentas de 2018 se recogía una partida de 212.500 euros para adquirir una parte del edificio, con la idea de destinar la misma cantidad en el ejercicio de 2019. En diciembre de 2018 se aprobó el pago, por un importe total de 425.000 euros en dos anualidades.
Cuando Fernando Torres tomó posesión como alcalde, en verano de 2019, ya avanzó que el uso definitivo del edificio sería la biblioteca. Durante los últimos años ha abierto para acoger exposiciones o acciones solidarias; también para dar acogida a alguna asociación. En abril del año pasado, el Ayuntamiento anunció que contaría con 1’3 millones de euros para financiar los 1’73 millones del proyecto de rehabilitación del edificio.