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Araceli Cavero A cuatro manos
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La comunidad internacional

Araceli Cavero A cuatro manos
30 enero 2025

Me gusta escuchar la radio por la mañana para enterarme de cómo se presenta el día en los diferentes aspectos que se van a tratar durante las veinticuatro horas.

Unos minutos antes de las siete, en la emisora que escucho, emiten un espacio que llaman “La noticia que no interesa a nadie”. Casi siempre son noticias dolorosas.

Hace unos días, la noticia venía de Birmania, un país del que poco sabemos porque no suele salir en los medios. Decía que en ese país se cometen asesinatos, desmembramiento de los cuerpos, violaciones, encarcelaciones indiscriminadas…. Vamos, escenas que al imaginarlas se pone la piel de gallina, como vulgarmente se dice.

Pero lo doloroso para mí, fue el comunicado que la Comunidad Internacional envió a los gobernantes del país y que les pedía que “rebajaran la violencia”, no que la eliminaran, solamente debían REBAJARLA.

Cuando imagino esas escenas, no puedo menos que horrorizarme y asombrarme de que haya personas capaces de hacer daño a otras personas. No me cabe en la cabeza que haya quien se apodere de la vida de otros y actúen como dueños indiscutibles a los que se permite toda clase de tropelías.

El jefe o el presidente o como se le quiera llamar de un país, tiene la responsabilidad de buscar el bien de los que están bajo su gobierno y no de maltratarlos y tiranizarlos, como se ve que están haciendo en muchos, demasiados países de este mundo nuestro.

Por desgracia, solo nos enteramos de una mínima parte de lo que sucede por el mundo, no sé si porque los medios no informan o porque “no nos interesa” saberlo, como dice el espacio radiofónico que escucho, pero quizá si nos preocupáramos y nos ocupáramos algo de lo que sucede más allá de nuestras narices, el mundo sería distinto.

A los que se quejan de la inmigración, yo les diría que se quejaran más bien de los Gobiernos que maltratan a sus ciudadanos hasta obligarlos a huir de su casa y de su tierra en busca de una vida digna que no hallan donde debieran.

Ojalá un día nos preocupe tanto el bienestar de los que están lejos como de los que tenemos a nuestro lado.

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