La lluvia arruinó la salida de la Dolorosa. La que iba a ser la primera procesión de la Semana Santa de Barbastro quedó ahogada en un largo lamento por estar en la calle. El Viernes de Dolor enmudeció y la Hermandad, tras una larga espera, decidió suspenderla.
A las 21’30 un agua fina y persistente acompañaba a los fieles que se arremolinaban junto a la puerta de la iglesia de los Padres Escolapios, sede del paso de Nuestra Madre Dolorosa. Eran pocos, pero estaban con ilusión y ganas. Comunicaron que se iba a esperar. El trajín en la puerta era intenso, aunque más en el interior, con todos los cofrades, manolas, penitentes y representantes de otras cofradías aguardando que escampara. El publico tranquilo charlaba y preguntaba. Muchos consultaban en sus móviles la evolución de la tormenta, como el nuevo oráculo. Al cabo de una hora, el hermano mayor, Mariano Rodríguez anunció que sí, que salían. No obstante, en el interludio de las preparaciones, regresó la lluvia. La realidad aplastaba las ansias de procesionar y se comunicó que se aplazaba. Los devotos fueron invitados a rezar los dolores de la Virgen en el interior del templo. Así, compungidos, y alguna joven cofrade con lágrimas abundantes, acompañamos a Nuestra Madre. Todos rezaron y recordaron la profecía de Simeón, la Huida a Egipto, el Niño perdido, Jesús encuentra a su madre camino del Calvario, ver a Jesús Crucificado, recibir el cuerpo muerto de Jesús y enterrar a su propio hijo.
El sábado 12, tendrá lugar el pregón de la Semana Santa a cargo de la hermana religiosa María Luisa Berzosa y el acto de Exaltación del Tambor.








