Hace sesenta años que Puyuelo, cerca de Jánovas, dejó de escuchar voces de personas en sus calles. La construcción del fallido embalse sobre el río Ara llevó a la inevitable despoblación de muchos municipios del valle de la Solana. Este fue el lugar escogido por cuatro jóvenes, dos belgas y dos alemanes, para rehacer su vida y revivir Puyuelo. “Me interesó mucho su historia. Cómo cuatro chicos de fuera buscaron un sitio para asentarse y vivir de una forma alternativa al sistema capitalista. Huían de sus vidas medianamente acomodadas con estudios universitarios”, explica la periodista Sara Sarrablo.
La boltañesa ha dirigido la película ‘Puyuelo’, preestrenada en el Festival Espiello, donde cuenta la vida de estos jóvenes intercalada con la de dos habitantes natales que dejaron el pueblo durante el éxodo rural. “Ahora viven de forma autosuficiente, consumiendo y contaminando lo menos posible”, añade. Este es el resultado de su Trabajo de Fin de Máster y tuvo clara la idea desde el principio. En concreto, Puyuelo quedó deshabitado por la reforestación llevada a cabo por Patrimonio Forestal del Estado. Las tierras más fértiles fueron adquiridas por el Estado y los vecinos, no teniendo de qué vivir, se vieron obligados a emigrar.
“Es importante dar visibilidad a este tema. Contacté con dos personas natales de Puyuelo que tuvieron que irse. En mi película trato las dos visiones. El que se va en busca de oportunidades a la gran ciudad; y quien se va obligado”, señala Sarrablo. Una especie de cruce entre estas historias que se completa con la de los cuatro jóvenes. “Realmente todas las historias son parecidas. Son personas que dejan atrás sus raíces en busca de una vida mejor. En el caso de los jóvenes buscan cumplir su sueño y alejarse del sistema. Y en el de los mayores porque no les queda más remedio”, detalla.
Repoblación
Motivo de la reforestación, a día de hoy muchas zonas del valle de La Solana son propiedad del Gobierno, “ni siquiera se consideran pueblos”. “Mi objetivo es dar visibilidad a este estilo de vida, es como una vuelta a las tradiciones y a la vida antiguamente. Al despoblarse estas zonas no solo se pierde un territorio, sino que también se pierde una cultura, una forma de vivir, de construir”, reivindica Sarrablo. Asimismo, reconoce que estos cuatro jóvenes están “en una situación un poco ilegal o irregular, pero no están haciendo nada malo”. “Al revés, están reconstruyendo el pueblo con sus propias manos. Están levantado ruinas”, apunta.
En ese sentido, destaca que en la película expone “un giro”. “Las personas mayores de Puyuelo no conocían a los chicos y al principio estaban reacios. Decían que ocupaban sus casas. Pero cuando se dan cuenta de lo que realmente están haciendo su mirada cambia. Es una mirada de gratificación, admiración y emoción. Están agradecidos de que se pueda recuperar el pueblo y no se muera”, explica la boltañesa.
A partir de ahora, Sarrablo va a viajar con la película para mostrarla a todos los países que pueda. “Es una historia que encaja en Aragón pero cualquier persona que lo vea se puede sentir identificada. Son personas que salen de su tierra en busca de una vida mejor. Se ha visto en Aragón y en el resto del mundo. Puede encajar en muchos sitios y sirve para romper estereotipos”, concluye. Asegura que, aprovechando la nacionalidad de los protagonistas, subtitulará los diálogos al inglés, alemán y belga.