En el Hospital de Barbastro se han retrasado algunas citas para la administración de ciclos de quimioterapia o para las revisiones de pacientes oncológicos. La gerencia del Sector asegura que ha sido algo puntual y que no hay que alarmar, pero los pacientes señalan que estas demoras se vienen dando desde la primavera pasada como consecuencia de la falta de profesionales en el servicio.

No solo lo dicen ellos. Coinciden en el diagnóstico trabajadores del propio centro, preocupados por la atención a los enfermos pero también con la salud de los especialistas que compaginan sus consultas en Barbastro con otras en Huesca o Zaragoza, sin apenas descanso ni vacación.

Los usuarios elogian la labor de estos médicos y de todo el personal sanitario pero lamentan que los especialistas que les tratan cambien de una visita a otra, generando una inestabilidad no deseada en esa relación médico-paciente, vital en tratamientos a largo plazo e incluso crónicos.

El Salud asegura estar satisfecho con las plantillas. El pasado lunes incorporó una profesional al servicio y confía en cubrir, a medio plazo, todas las plazas de Oncología. Pero el problema va mucho más allá de la cobertura de esas plazas, que aquí resulta, según parece, siempre dificultosa, y apunta a una variedad de causas en la que se incluye una gestión de personal en precario, que no anima a los profesionales a quedarse y construir aquí su proyecto profesional y de vida.

Llama la atención el silencio de la clase política local –y comarcal– sobre este tema, sea por su desconocimiento o su voluntad de no airearlo. Tampoco se airean las listas de espera por especialidades, lo que deja al de Barbastro como único Hospital en el que sus usuarios no saben cuál es la espera media…¡desde hace dos años!

Mientras crecen las voces ciudadanas que preguntan quiénes ocuparán las instalaciones del futuro Centro de Salud porque, si no hay médicos, difícilmente se podrá ampliar la cartera de servicios.