La tarde del jueves en el Municipal de los Deportes de Barbastro quedó grabada por la victoria de la UD Barbastro que, con un imponente 4-0, superó al Amorebieta en la primera ronda de la Copa del Rey, logrando así su pase a la siguiente fase, donde esperan recibir a un equipo de primera división. La expectativa en la ciudad era palpable desde el inicio, y no se trataba solo de un partido; se presentaba una nueva oportunidad para el club de Segunda RFEF de inscribir su nombre en los anales del deporte barbastrense, como ya sucedió en la edición anterior.
El encuentro comenzó con cierta paridad entre ambos conjuntos, sin claras diferencias en el juego. Sin embargo, la intensa lluvia que caía sobre el estadio pronto se convertiría en un elemento determinante. El césped se tornó en un desafío tanto para los jugadores como para los árbitros, con grandes charcos y barro acumulado en varios sectores. El agua dificultaba el avance del balón, provocando frecuentes resbalones y aumentando el riesgo de lesiones.
Aun así, el aguante de los jugadores y el fervor de la afición no disminuyeron. En las gradas, los aficionados se resguardaron, especialmente bajo la tribuna, que ofrecía refugio. Paralelamente, se escuchaba el redoblar de los bombos de la “brigada rojiblanca”, que alentaba el partido a ritmo constante.
La primera mitad del partido estuvo marcada por oportunidades que se sucedían sin llegar a concretarse. En el minuto 12, Albín se atrevió con un disparo desde fuera del área, pero el portero del Amorebieta, Marino, detuvo el tiro sin dificultades. Poco después, en el minuto 16, De Mesa logró interceptar un balón. El delantero se lo cedió a Marc Prat, cuyo remate no llevó la fuerza suficiente para incomodar al portero rival. La tensión aumentaba y, en el minuto 27, una caída de Prat en el área generó protestas en el estadio al no señalarse penalti. Mientras, el guardameta del Amorebieta seguía neutralizando los intentos de los locales.
El Amorebieta también tuvo sus momentos en esta primera mitad, especialmente alrededor del minuto 30, cuando se aproximaron al área del Barbastro en varias ocasiones, aunque sin concretar acciones peligrosas. Ya cerca del descanso, Javito intentó sorprender con un disparo lejano tras un rechace en un córner, que se fue desviado. Poco después, en el 38, un robo de balón permitió que De Mesa quedara en un mano a mano, pero su remate centrado fue nuevamente atrapado por Marino. La primera mitad finalizó con ambos equipos retirándose al vestuario, mientras la lluvia cesaba de manera paulatina.
Segunda parte del Barbastro-Amorebieta
Al iniciar el segundo tiempo, el encuentro dio un giro significativo. En el minuto 55, un despeje de Jaime Ara cayó en los pies de De Mesa, quien aprovechó la oportunidad para abrir el marcador. El 1-0 provocó una explosión de júbilo en el Municipal de los Deportes, y los ánimos en la grada se intensificaron. Apenas cinco minutos después, Sito Barrera sumó el segundo tanto con un potente disparo desde el interior del área, ampliando la ventaja de los locales y encendiendo aún más a los espectadores.
El Barbastro no aflojó en su ímpetu. En el minuto 67, una falta dentro del área fue señalada como penalti a favor del equipo local. Nuevamente, Sito Barrera se encargó de ejecutar el tiro, y con seguridad, anotó el 3-0. La afición no podía contener su alegría; los cánticos y los bombos de la brigada rojiblanca se escuchaban sin cesar, contagiando a todo el estadio con su energía.
La ilusión de recibir, de nuevo, a un equipo de primera división
Ya en el minuto 74, De Mesa volvió a destacar al aprovechar un balón en el área y marcar el cuarto tanto. Con un 4-0 en el marcador, la emoción en el Municipal de los Deportes era inigualable. El equipo sabía que su esfuerzo lo acercaba a la posibilidad de enfrentarse a un equipo de primera división en la próxima ronda de la Copa del Rey, una oportunidad que marcaba un nuevo hito para el club, su afición y la ciudad.
Los minutos finales transcurrieron sin grandes sobresaltos, con el Barbastro administrando su ventaja mientras el reloj se acercaba al minuto 90. Con el pitido final, la euforia estalló en las gradas y en el campo. Los jugadores se acercaron a la grada de animación para compartir la alegría con los aficionados, quienes no dejaron de alentar en ningún momento del encuentro. Las voces y los aplausos marcaron el cierre de una tarde memorable.
La UD Barbastro había vuelto a hacer historia en la Copa del Rey, sumando un logro más en su trayectoria copera. En esta oportunidad, la esperanza de recibir a un equipo de primera división mantiene a la afición expectante.
