Hace unos días, Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón, presentó los detalles del proyecto del nuevo centro de salud de Barbastro. “El mejor”, “el más importante y moderno de la comunidad autónoma de Aragón”; fueron los calificativos de Lambán para referirse al futuro ambulatorio, que ocupará el actual edificio reformado unido al de nueva construcción en el espacio del antiguo colegio Pedro I.
En total, ocupará casi 5.000 metros cuadrados, cuadriplicando prácticamente al actual centro, que data del año 1965. El presupuesto, como adelantamos la semana pasada, asciende a algo más de 8’68 millones de euros, dividido en tres anualidades: para este 2022, 200.000 euros; para 2023, 4’5 millones y para 2024, 3’9 millones de euros.
Distribución
El nuevo centro de salud tendrá tres alturas más sótano. En la planta calle, con una superficie de casi 2.500 metros cuadrados, se ubicarán prácticamente todas las consultas de medicina y enfermería general, así como pediatría. También estará la zona de admisión y administración, atención a la mujer, odontología y dos módulos de ESAD (atención domiciliaria); y un espacio para la base de la ambulancia del 061. Además, estará el espacio de atención continuada (las “urgencias”), que incluye las salas de curas y de cirugía menor, así como la de extracciones.
La planta se completa, en la zona del actual centro de salud, con el área de rehabilitación. Este edificio, que se conectará con el nuevo, se completa con una zona de docencia y formación y otra para el área de salud mental infanto-juvenil en la primera planta y de adultos en la segunda.
Y en el edificio nuevo, la primera planta acogerá el resto de consultas de medicina general. Aquí no habrá una segunda planta, pues ya estará el tejado, con las placas fotovoltaicas. En el sótano habrá espacio para un garaje, vestuarios, almacenes y todas las instalaciones energéticas.
Consumo casi nulo
Una de las características que van a definir el nuevo centro de salud de Barbastro es el concepto de consumo energético casi nulo.
Para ello, se ha optado por nuevos materiales aislantes en el exterior, con el control de la energía solar mediante placas orientables y aplicando criterios de sostenibilidad, como dispositivos de ahorro de agua, el aprovechamiento de la luz natural, la recuperación de energía o el suelo radiante para la calefacción.
Además, se opta por energías renovables para el funcionamiento del centro: aerotermia para la bomba de calor, que permite una alta eficiencia para producir agua caliente y fría para la climatización; y paneles fotovoltaicos híbridos, para luz y agua caliente.
Como novedades, se utilizará acumulación estacional de agua para aumentar la inercia térmica de la instalación y una máquina de adsorción (un proceso químico) para producir agua fría de climatización sin compresor eléctrico.
Las fases de la obra
Aunque la licitación de las obras no es todavía una realidad (se ha aprobado en el Consejo de Gobierno, pero no ha salido publicada), está previsto que comiencen a finales de este año 2022.
A partir de ahí, 15 meses por delante para levantar y hacer la recepción del nuevo edificio, que implicará todos los pasos de legalización (obra, suministros, contrato de servicios).
La tercera fase consistirá en la puesta en marcha y apertura del nuevo edificio. Durante ese tiempo se trasladarán los servicios y consultas del actual centro de salud. Los siguientes ocho meses se distribuirán en cuatro fases más para actuar en el edificio actual.
Así, la cuarta fase será para instalaciones provisionales para el Instituto de la Seguridad Social; la quinta para las obras; la sexta, para conectar ambos edificios, tanto sus instalaciones como sus servicios; y la séptima, para la recepción final del edificio existente. En total, 24 meses de obras, que implicará tener el nuevo centro de salud al completo a finales del año 2024.