María Cortés y Paula Martínez-Guisasola, vecinas de Barbastro, se conocieron hace unos meses en la Unidad de Rehabilitación de Infartados del Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. El único centro en nuestra comunidad autónoma que ofrece este servicio.

Ahí entraron en contacto con Re-Late, la asociación que agrupa a personas que han sobrevivido a un infarto agudo de miocardio. Ellas, tras su experiencia, desean extender a la zona de acción del Hospital de Barbastro la labor que esta asociación de pacientes de rehabilitación cardíaca de Aragón realiza con los enfermos y sus familias.

Ustedes comentan que, tras un infarto, muchos pacientes se sienten perdidos. 

Una vez superada la fase hospitalaria, recibes el alta y mucha información y te llenas de dudas. Tú y tu familia, porque este suceso nos afecta a todos.

Por un lado, hay que cambiar hábitos en cuanto a alimentación, a actividad física, saber qué debes hacer y cómo. Y a todo esto se suma la incertidumbre y los miedos.

Los infartados contamos con más probabilidades de volver a sufrir otro accidente de estas características y somos enfermos cardíacos de por vida.

Y eso, ¿cómo se lleva?

En numerosas ocasiones la parte psicológica resulta la más dura y áspera. ¿Por qué a mí? te preguntas, ¿qué he hecho para sufrir un infarto? Por esto y otros muchos motivos queremos impulsar Re-Late en esta zona. Estamos convencidas de que juntos latimos más fuerte. 

Contaremos con el apoyo de la sede de Zaragoza y trabajaremos con tres pilares de la rehabilitación cardíaca: ejercicio físico, nutrición y bienestar emocional. 

También nos gustaría abordar el tema de la prevención y, si nos lo permiten, acudir a los colegios.

En el tema de la nutrición, ¿a qué pautas se refieren?

La dieta debe ser saludable. Esto implica evitar el dulce, la sal, con lo cual los embutidos quedan fuera aunque se nos permite el jamón serrano. Cuidar la calidad de las grasas, sin fritos, pocas carnes rojas, que prevalezcan las blancas. Sin tabaco, sin sobrepeso…

Con los enfermos de cáncer estamos habituados a hablar de atención psicológica, pero no con los cardíacos.

A nosotras también nos sorprendió. No hablamos sólo de que tu riesgo cardíaco sea superior, también nos afecta la medicación y perdemos energía e ímpetu, nos cansamos más. 

Y nuestras familias también deben adaptarse a esta nueva realidad. En definitiva, todo el entorno se resiente por el infarto

De ahí nuestro interés por sacar adelante la asociación. Aunque, en primer lugar animamos a los interesados a que se pongan en contacto con nosotras para saber cuántos somos.

Ambas sintieron síntomas antes del infarto.

Yo –comenta Martínez-Guisasola–sentí una opresion en el pecho durante días. Pero no de forma continua, resultaba más evidente por la noche. De hecho, acudí al médico y el electrocardiograma no detectó nada. También padecía un malestar general, agotamiento. Al fin, cuando llegó el dolor en el brazo izquierdo ya no tuve ninguna duda. Uno puede convivir con el dolor durante días.

En mi caso –indica Cortés– también sentía esa apretura en el pecho. Un dolor novedoso y, cuando te da, sabes con certeza que algo muy grave está sucediendo.

Y se pone en marcha el protocolo de infartos.

Te derivan de inmediato a Zaragoza. Y ambas queremos resaltar el extraordinario trato, la profesionalidad y el cariño que en todo momento nos hicieron llegar los profesionales sanitarios. 

Ya han hablado con los cardiólogos del Hospital de Barbastro y el Centro de Salud.

Todos ellos han mostrado una gran receptividad e interés. Les parece útil y nos apoyan. Se comprometen a darnos a conocer entre los pacientes. Pero aún así, volvemos a realizar un llamamiento a los enfermos y familiares interesados.

¿Qué actividades esperan llevar a cabo?

En primer lugar, para el 23 de junio se prevé una charla informativa con el doctor Fernando Garza, jefe del Servicio de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Ntra. Sra. de Gracia. A las 18 horas en el Centro de Congresos. 

Pero de cara a comenzar a organizar más actividades animamos a todos los interesados, también a las familias, a escribirnos a relatesectorbarbastro@gmail.com.