Los obispos de Aragón han firmado una carta conjunta a los católicos de las seis diócesis aragonesas para “mantener vivo el dinamismo sinodal”. Se trata de animarlos para seguir profundizando en la escucha y diálogo, especialmente con los jóvenes.
Bajo el título El Sínodo continúa. ¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?, la carta de los obispos responde al llamado del papa Francisco para hacer de la Iglesia una institución más participativa y abierta a través del Sínodo 2021-2024. En la misiva, expresan su satisfacción por la activa participación de “nuestras Iglesias particulares en Aragón, con sus fortalezas y debilidades”. Destacan el crecimiento en la corresponsabilidad de todos los bautizados en la vida y misión de la Iglesia desde el inicio del proceso sinodal en 2021.
Con la culminación de la fase diocesana y las asambleas regionales y continentales, la atención se centra ahora en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, presidida por el papa Francisco y que concluirá en octubre de 2024. La Secretaría General del Sínodo ha proporcionado directrices para trabajar sobre el “Informe de Síntesis”, enfatizando la importancia de la pregunta central: “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?”.
La cartas de los obispos para la Iglesia sinodal
Los obispos de Aragón consideran este momento como una oportunidad para continuar el camino sinodal, fomentando la escucha, el diálogo y un discernimiento prolongado. Destacan el deseo de “mantener vivo el dinamismo sinodal”, que ha involucrado a todo el Pueblo de Dios en los últimos años.
La carta hace hincapié en la necesidad de implicar a los grupos sinodales. Especialmente a los órganos de participación diocesanos, sacerdotes, miembros de vida consagrada, movimientos y asociaciones laicales. Se destaca el reto de involucrar a los jóvenes y a otros grupos con los que hasta ahora ha sido difícil establecer un diálogo activo.
La carta concluye con la invitación a retomar con ilusión, interés, nuevas motivaciones y esperanza el camino sinodal, siguiendo las indicaciones proporcionadas por los Equipos Sinodales y con la intercesión de la Bienaventurada Virgen María en la advocación del Pilar, símbolo de la segura esperanza del Pueblo de Dios.
Los firmantes de la carta son Mons. Carlos Escribano, Arzobispo de Zaragoza; Mons. Vicente Jiménez, Arzobispo Emérito de Zaragoza y Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca; Mons. Ángel Pérez Pueyo, Obispo de Barbastro-Monzón; Mons. José- Antonio Satué, Obispo de Teruel y Albarracín; y Mons. Vicente Rebollo, Obispo de Tarazona.