La Plataforma de La Fueva No Se Vende ha presentado más de 200 alegaciones contra la línea de alta tensión del proyecto fotovoltaico flotante en el Embalse de Mediano. Según las características del plan y tras consultar fuentes especializadas, de llevarse a cabo este macro proyecto, significaría la instalación de una línea de 200.000 voltios que pasaría por encima del propio pueblo, con pilonas de más de 60 metros de altura en el casco urbano.
El pueblo de Mediano ya fue inundado por el embalse, y ahora, los habitantes de la zona temen sufrir de nuevo las consecuencias de otro proyecto energético. “De verdad no hay un lugar mejor para hacer la línea de alta tensión, que justo por encima de nuestro salón social?”, se preguntan los vecinos de esta localidad.
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Alegaciones telemáticas
La indefensión y sensación de injusticia aumentó cuando al presentar los documentos, desde la OCA (Oficina Comarcal Agroambiental), se les comunicó que muy probablemente sus alegaciones no serían admitidas. El motivo: desde hace aproximadamente un año solo se tramitan las alegaciones presentadas telemáticamente. Pedro, de 72 años y vecino de La Fueva no daba crédito. “¿Firma digital? ¿Eso qué es? Es una tomadura de pelo. Primero inundaron nuestros pueblos sin que pudiéramos hacer nada. Ahora que nos queremos quejar porque van a sobrevolar nuestros pueblos de cables, no nos dejan hacerlo porque nos cuesta manejar un ordenador”, lamentaba.
Desde la plataforma exigen al gobierno de Aragón y al INAGA que modifiquen la ley para permitir presentar las alegaciones presencialmente. No entienden cómo pueden ser capaces de discriminar y privar el derecho de alegación a macro proyectos como estos. “Además, afectan a un gran número de personas que no tienen acceso a las nuevas tecnologías o que, simplemente, no conocen bien su funcionamiento”, añaden. Dan por hecho que esta nueva ley discrimina a una gran parte de la población y acentúa la brecha digital en el mundo rural.
Estas alegaciones se suman a las redactadas por diferentes ayuntamientos del Sobrarbe, agrupaciones culturales, empresariales y medioambientales, los cuales sí las han presentado telemáticamente.De cualquier manera, los miembros de La Fueva No se Vende registraron las alegaciones, esperando una respuesta de las administraciones. Quieren mostrar el desacuerdo de las mujeres y hombres de La Fueva que no quieren que los proyectos fotovoltaicos vuelvan a comprometer la vida y el futuro de este característico Valle del Sobrarbe.