Este viernes se cumplen 15 días del encendido de las luces navideñas en muchísimas localidades, al grito de “ya es navidad”. Dejando al margen la anticipación de de los ritos de inicio de la Navidad, al que cada vez se unen más localidades, no podemos ignorar que pueblos y ciudades quieren lucir bonitas durante unas fechas en las que muchos se pierden entre la abundancia del consumismo, en torno a la mesa y en forma de regalos.
Cada año parece necesario comenzar antes a mostrar cualquier producto relacionado con estas fechas. Pero esto no conforma el corazón de lo que es la Navidad, como nos recuerda Cáritas Diocesana de Barbastro-Monzón, un año más en estas fechas, en su campaña. Y recuerdan algo importante: este 2024, la Navidad se ha anticipado. Pero no porque los turrones invadan las estanterías de los supermercados desde hace semanas. Sino porque una catástrofe como la causada por la DANA ha hecho que “seamos testigos del nacimiento de Dios en cada brote de donación, de entrega y de solidaridad”.
Ahí se encuentra la semilla de las navidades. Y por eso, Cáritas, y nos unimos a la petición, anima a acompañar a quienes lo necesiten; a quienes viven en la soledad, el dolor o la pobreza. Las preciosas luces que decoran calles y viviendas no deben cegar a nadie ante el verdadero significado de la Navidad.
Si de primeras no somos capaces de ver de qué habla Cáritas, merece la pena repasar el número de atenciones que han realizado a lo largo de este año 2024. Entre todos sus servicios, superan las 3.200. Y, atención, porque el 35 por ciento han sido personas en situación administrativa irregular o en proceso de asilo. Esos invisibles de los que se acuerdan pocos, muy pocos. Ayudemos a nuestra Cáritas Diocesana a afrontar una tarea casi en solitario para con todos ellos. Hagamos visibles a los olvidados, encendamos de verdad las luces de la Navidad.