La formación aragonesa Muro Kvartet inauguró el pasado sábado 29 la XXXIV edición del Festival Castillo de Aínsa. El lugar escogido para la ocasión fue la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de Coscojuela de Sobrarbe, donde viven alrededor de 40 personas. El espectáculo comenzó a las 20 horas logrando congregar a vecinos y vecinas llegados desde distintos puntos de la comarca.
Esta actuación se trataba del concierto gratuito que cada año sirve de punto de partida a la programación del Festival y que, como viene siendo tradición, se desarrolla cada vez en uno de los 26 pueblos que integran el municipio de Aínsa-Sobrarbe. En 2024 ha sido el turno de Coscojuela, siendo sus habitantes indispensables en el buen desarrollo de una jornada “muy animada”.
“Estuvieron en otoño en el Centro Cultural de Aínsa y sabíamos que eran una apuesta segura”, comentaba el director del evento, Joaquín Pardinilla. “Ellos demuestran que lo clásico para nada está reñido con lo más vanguardista en lo que a música se refiere. Además, su frescura y su energía se transmiten fácilmente al público. Así que hemos disfrutado de una tarde de gran ambiente, cargándonos de entusiasmo para meternos de lleno en la programación que con tanta ilusión hemos preparado para este año”.
Muro Kvartet lo integran Juan Zalba (violín), Àlex Prats (violín), Andrés Campos (viola) y Laura Sorribas (violonchelo). El proyecto explora otras novedosas posibilidades para un cuarteto de cuerda, formación clásica por excelencia, ofreciendo una puesta en escena en la que la fusión funkfolk lleva, inevitablemente, a mover a su público al son de las cuerdas. El joven grupo atesora ya el primer premio en el Concurso Runas del Festival de Ortigueira 2023 y el primer premio en el Concurso Popyrock de Zaragoza 2023, demostrando el prometedor futuro que tienen por delante.
Un festival desde Aínsa para todo el municipio y la comarca de Sobrarbe
El Festival Castillo de Aínsa tiene como premisas la música de raíz, la multidisciplinariedad, la producción de kilómetro cero y, también, la descentralización. Por eso, el pórtico es emblema de un acontecimiento cultural que aboga por llevar la música o el teatro a los entornos rurales más despoblados del entorno. Olsón, Santa María de Buil y Banastón han sido algunas de las paradas previas, hasta llegar en 2024 a Coscojuela de Sobrarbe.
“Para nosotros es fundamental que todas las personas del municipio y de Sobrarbe se sientan parte y colaboren, si lo desean, con un Festival que, a lo largo de sus 34 años de historia, ha evolucionado notablemente pero que no pierde de vista a sus gentes”, asegura el alcalde Enrique Pueyo.
“El caso de Coscojuela es muy significativo porque como muchos otros pueblos de Sobrarbe vivió tiempos muy difíciles de éxodo rural, rematado por la construcción del pantano de Mediano, que anegó las tierras de cultivo más importantes con que contaba. Gracias a que cuatro familias apostaron por quedarse (Juste, Arnal, Campo y Garcés), hoy podemos hablar de un pueblo vivo, con nuevos pobladores, alojamientos de turismo rural, el restaurante Casa Falceto o el aeródromo, puntos de interés para quienes nos visitan”.
La programación del Festival continuó este mismo domingo con el II Encuentro de Música Tradicional. Desde las 10 horas en el Centro Cultural de Aínsa, se sucedieron distintas conferencias gratuitas en torno a las danzas de palos, la jota aragonesa, la danza tradicional en Aragón y las danzas de Sobrarbe.
En esta primera actividad del encuentro participaron reconocidos especialistas como Mario Gros, Manuela Adamo y Jesús Rubio. La programación detallada puede consultarse en www.festivalcastillodeainsa.com y a través de las cuentas de redes sociales del Festival.