La baloncestista Marina Mata está a las puertas de comenzar un nuevo capítulo de su trayectoria deportiva. Tras su estancia en los Estados Unidos, donde jugó con el BYU Cougars, la barbastrense regresa a España para enfundarse la camiseta de su nuevo equipo, el Cadí La Seu, club de la máxima categoría del baloncesto español.

¿Qué le motivó a irse a Estados Unidos y unirse a los BYU Cougars?

Salió la opción y, si no lo probaba, tenía miedo a quedarme con mal sabor de boca. Al final, me lo pensé mucho, y decidí irme. Creo que ha sido una gran decisión porque he aprendido mucho, me he llevado muchos amigos y he vivido una experiencia increíble. En cuanto al BYU, me han tratado súper bien, me han cuidado muchísimo, y han sacado mi mejor versión. Pese a no haber sido protagonista en la pista, me he llevado una muy buena experiencia y he aprendido muchísimo de ello.

¿Qué diferencias notó respecto al baloncesto español?

No había una diferencia exactamente de nivel. Creo que es diferente. Allí es un baloncesto más físico, mientras que aquí es más inteligente. Comparado con los físicos de mis compañeras, me veía un poco inferior.

 ¿Cómo fue su adaptación al baloncesto universitario estadounidense?

La adaptación fue bastante dura sobre todo por el idioma y la cultura. Es un contexto muy distinto. Yo vengo de Barbastro donde al final todo es muy cercano, todos nos conocemos entre todos y toda mi familia está aquí. Además, por suerte, nunca he tenido que separarme de mi familia, y claro, esta era la primera vez. Debido al apego que tengo a mi familia, me costó muchísimo. Sin embargo, también encontré a mucha gente nueva que me lo hicieron pasar súper bien.

¿Cómo se dio la oportunidad de fichar por el Cadí La Seu?

Una vez terminé la temporada en EEUU, volví a España. Me surgieron las dudas sobre de qué era lo mejor para mí: si volver a EEUU o quedarme en España. Ambas opciones eran buenas. Entonces, me puse a mirar cosas en España. Una de las opciones fue Cadí La Seu. Por el club y por dónde está situado, finalmente me decidí por el Cadí. 

¿Qué expectativas tiene para tu primera temporada en la Liga Endesa?

Al fin y al cabo, soy una niña comparada con todas las jugadoras que están la liga y en el equipo. Entonces, soy consciente de que voy a ir a progresar y tendré que asumir mi rol, que no será protagonista, pero creo que me servirá muchísimo para seguir creciendo.

Ser la primera jugadora barbastrense en llegar a la máxima categoría del baloncesto femenino español es un hito importante. ¿Cómo le hace sentir este logro?

Por un lado, siento mucho orgullo porque cuando llego a Barbastro, la gente me lo reconoce y está conmigo. Creo que en Barbastro se está haciendo muy buen trabajo no solo con el baloncesto, sino que con todos los deportes. Está saliendo gente muy buena para el deporte español.

¿Cómo valora haberse formado en la cantera del baloncesto barbastrense?

Estoy súper agradecida a ellos porque siempre están allí en cada triunfo y cada cosa que logro. Cuando vengo a Barbastro, siempre me dan facilidades. Desde que llegué este verano, estuve entrenando con entrenadores del club. Me están ayudando mucho para mi crecimiento. Este verano, podría no haber hecho nada, pero ellos me han dado la oportunidad y por ello estoy súper agradecida.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo como jugadora profesional?

Mis objetivos son seguir mejorando como jugadora y seguir con la carrera, que eso es importante. Además, poder vivir del baloncesto muchos años más. Sin embargo, no me gusta ponerme objetivos a largo plazo, sino que me gusta ir paso a paso. Ojalá llegar a los cuarenta y pueda seguir jugando a baloncesto.