El pastelero oscense Raúl Bernal tiene más de 35.000 seguidores en Instagram. Para él, tiene mucha importancia ya que es una manera de enseñar su trabajo. “Te pueden ver personas que están en la otra parte del mundo. También me puedo inspirar por lo que comparten otras personas. En definitiva, es una forma de compartir y aprender de otras personas”, explica, consciente de que en algunos casos la única barrera es el lenguaje.
Indica que a nivel de negocio tiene “una repercusión muy bestia” porque publica las novedades de su pastelería y, así, sus clientes se enteran. “Es una forma muy directa de poder informar. Hace mucho tiempo que se está poniendo en valor la importancia de las redes sociales y es una herramienta a utilizar en el día a día”, señala.
“Es una forma muy directa de informar de las novedades”
Raúl BernalPastelero
Jorge Pueyo es comunicador, abogado y divulgador del aragonés, así se define en su perfil de Twitter, donde cuenta con más de 14.000 seguidores. Una mezcla de humor e información conforman el noticiario matinal aragonés que ve la luz todos los lunes. Para este “choven” de Fonz de 26 años “comunicar” significa “tener empatía con el espectador, saber quién te puede ver, a quién te expones y saber conectar con esa gente en la forma, primero, y en el medio en el que te expresas, adaptando esa forma a ese medio ya que no es lo mismo comunicar en Instagram que en la televisión”.
Twitter para comunicar
Lo mejor de las redes, según Pueyo, está en “poder salir de tu comunidad de hablantes -en su caso salir de Fonz- y hablar con alguien de la Bal de Chistau o con alguien de Hecho y poder tener esa comunidad que realmente se vea identificada con esa lengua”.
“No es lo mismo comunicar en Instagram que en la televisión”
Jorge PueyoComunicador, abogado y divulgador del aragonés
Juan Martínez “Bola” es técnico en actividades físicas y deportivas y estudiante de Nutrición Humana y Dietética. Su pasión por la nutrición le trasladó a Instagram hace poco más de un año y ahora cuenta con más de 32.000 seguidores que van creciendo día a día. Allí divulga y transmite sus conocimientos y aprendizaje.
“Estudio día tras día para optimizar mi alimentación y el resto de hábitos que rodean una óptima salud y mejorar nuestra sociedad”. Eso es lo que transmite en redes sociales, asegura, mientras reconoce que lo mejor de todo ello es el hecho de “aprender”.
«La base de hacer un noticiario en Twitter ha sido socializar»
Jorge Pueyo (Fonz, 1995) lleva 9 años en Twitter. Pero no fue hasta este último, con el noticiario matinal aragonés, en el que creó contenido propio. Entonces vio la necesidad de crear un formato “que podía utilizar muy bien. Un noticiario que tenía como base socializar”. Lo cierto es que ha logrado su propósito: hacer ver a la gente que el aragonés “es importante porque es nuestro patrimonio, la riqueza que supone y la vulneración de los derechos lingüísticos que hay hoy en día”. A raíz de su popularidad en esta red social, Pueyo dice satisfecho que se creó una comunidad a su alrededor. “De repente vas a Barcelona y te vienen personas de Aragón, emigradas allí, que tienen el mismo sentimiento que tú. Creo que ha cambiado algo a raíz del noticiario”.
«Las redes son muy duras y hay que tener mucha paciencia»
Juan Bola (Graus, 1994) comenzó publicando posts en Instagram hace algo más de un año que hablaban sobre la nutrición. Él afirma que su forma de verla “siempre es basada en evidencia cienfítica, que es poco ortodoxa y poco tiene que ver con el típico mensaje de los nutricionistas o médicos de hoy en día”. Quizá por eso se ha visto de frente con una gran repercusión mediática que no es sencilla sobrellevar: “Las redes sociales son muy duras, generan un gran estrés y a menudo son dolorosas, por lo que intento tener mucha paciencia, hacer deporte y tener contacto con el sol y la naturaleza”. Aunque a sus espaldas lleva ya más de 32.000 seguidores, no le da importancia al número y ya piensa en nuevos proyectos alejados de la pantalla del teléfono móvil.
«Con las redes sociales comparto y aprendo de otras personas»
Raúl Bernal (Huesca, 1983) empezó de casualidad a trabajar la pastelería. Siempre le han gustado las manualidades y ha tenido un lado artístico. En definitiva, está especializado en la figura del chocolate que tiene una gran vertiente artística. “Es lo que más me apasiona. Tiene mucha libertad a la hora de crear figuras o estampas”, indica. Hoy en día, Bernal regenta LAPACA en Huesca y en 2011 recibió el trofeo Lluís Santpau al mejor maestro chocolatero de España. El oscense se caracteriza por hacer figuras “animadas”, con “un punto de humor” pero “sin perder la elegancia”. Asegura que tener tantos seguidores en redes sociales le ha hecho ver un nicho de negocio donde “poder informar de forma muy directa de las novedades, y aprender e inspirarse de otras personas”.
