Todas las personas mayores de 60 años, así como los miembros de la Asociación Hermanos Argensola y simpatizantes están llamados a participar en una reunión. El encuentro, abierto a todos, tendrá lugar el miércoles 13 de marzo, entre las 16’30 y las 19 horas en el salón de actos del colegio Escolapios de Barbastro. Se trata de la asamblea general de la Asociación Hermanos Argensola. Una cita vital para el futuro de la agrupación. Por ello hablamos con su presidenta María Teresa Campo.
Considera muy importante acudir a esta asamblea.
Entre los asuntos que abordaremos se deben cubrir cuatro plazas en la junta. Hay vacantes, como la de tesorero y secretario, y si no aparecen voluntarios, la asociación no podrá seguir adelante. Esto me produce una enorme tristeza porque se trata una entidad muy apreciada y querida. Por eso, invitamos a participar y a que haya voluntarios para los cargos. Se necesita más compromiso con el fin de que salgan adelante las cosas.
Ahora que precisamente han vuelto a retomar la actividad.
Nuestra principal misión es combatir la soledad. De ahí los viajes, las comidas y los bailes. Hasta ahora se han organizado dos verbenas. Un espectador desde fuera puede pensar que bailan pocas parejas… pero no es cierto. Porque la gente se reúne, sale de casa, conversa. Además, cuenta con mucho interés para las personas de los pueblos del Somontano que les ayuda a socializar. No debemos olvidar que contamos con socios tanto de Barbastro como de la comarca.
Lo suyo fue empeño para que la asociación siguiera después de una disolución en falso.
Me considero una persona luchadora y siempre dispuesta a ayudar. Así lo he demostrado en los lugares por los que he pasado, como la junta directiva del gremio de peluquería o la de la Zona Ensanche, catequista o voluntaria en Cáritas. También sé que soy impulsiva, pero siempre me ha movido el bien común y echar una mano como en este caso. A pesar de todo, aún arrastramos problemas importantes ya que seguimos sin local.
¿Dos años después no disponen de un espacio?
No. Desde el Ayuntamiento nos han prometido en dos ocasiones una sede, pero finalmente, no ha podido ser. Cuando la asociación se disolvió de forma ilegal, el Ayuntamiento, sin ningún aviso previo, se llevó todas nuestras pertenencias del local –que era de su propiedad– a unos almacenes municipales. Y como seguimos sin domicilio, no nos las han devuelto porque no tenemos dónde dejarlas. De hecho, continuar sin dirección nos acarrea numerosos problemas en nuestro día a día.
Usted es la primera presidenta.
En 47 años de andadura una mujer ocupa este cargo y ya andamos pensando en cómo celebrar el 50 aniversario. Sin embargo, me reafirmo en que aguantaré sólo lo imprescindible en la presidencia. De ahí que insista tanto para que acuda la gente a la asamblea y haya compromiso, porque esta asociación hace mucho bien a un gran colectivo.