La Asociación de Amigos del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón celebró asamblea general extraordinaria, en la que se renovó la junta directiva. De esta manera, la presidencia ha pasado de manos de Miguel Ardanuy a las de Patricia Bravo. Bravo ya formaba parte de la junta directiva desde el año 2021. “Me sorprendieron con la propuesta y me animaron a ponerme al frente”, confiesa. Un paso que ha dado “un poco asustada por el reto” de continuar con la labor de un asociación que nació en 2011.
Así, encabeza una junta en la que permanecen Lola Pons, María José Navarro, Gabriel Granada, Francisco Molina y Ascen Lardiés. Además, se han incorporado otras dos personas más: José María Añaños y Paz Abadías, cubriendo una doble vacante: la que dejaba el anterior presidente y otra más que estaba ya desierta.
Para Patricia Bravo, los objetivos de la asociación no cambian con esta renovación: “Trabajar para la conservación, enriquecimiento y promoción del museo”, recuerda. Metas que se podrán alcanzar contribuyendo “al mantenimiento económico de la colección”, indica Patricia Bravo. Para ello, la Asociación de Amigos del Museo Diocesano seguirá tratando de sumar socios. El número actual llega a los 530, de los que 6 son patrocinadores y 33 colaboradores. Son estas dos categorías las que permiten sostener los citados objetivos.
En cualquier caso, existe margen para crecer. “Me sorprende que algunos no hayan estado alguna vez en el museo”, indica Bravo, quien ha constatado que, cuando alguien visita la colección por primera vez, se queda “impresionado”.
De momento, la idea pasa por continuar con su tradicional calendario de actividades. Una programación con dos citas imprescindibles: la Noche del Museo, en verano, y el ciclo de arte románico. Además, añade Patricia Bravo, de “seguir apoyando las actividades de nuestro Museo Diocesano de Barbastro-Monzón”, concluye.