Comienza el primer fin de semana con los nuevos túneles de la carretera N-260 entre Congosto de Ventamillo y Campo en servicio. Así, ya se encuentra abierto completamente al tráfico y sin restricciones de velocidad el tramo de 12 km entre ambas localidades. Unas obras en las que se han invertido más 90 millones de euros (IVA incluido). El objetivo se centró en mejorar las condiciones de circulación y seguridad vial.
La secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano, abordó la apertura de los túneles durante una reunión con el consejero de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial del Gobierno de Aragón, Octavio López. El encuentro se celebró para hacer seguimiento de los asuntos abordados en la reunión mantenida en octubre entre el ministro Óscar Puente y presidente de la comunidad autónoma, Jorge Azcón, como agilizar los plazos de ejecución de los principales ejes de carretera.
Durante la reunión, la secretaria general ratificó el compromiso del Ministerio y el Gobierno con el desarrollo y la mejora de las infraestructuras y el transporte de Aragón. A su vez, anunció la puesta en marcha este mes de diciembre de un servicio de alta velocidad entre Huesca y Zaragoza para reforzar la conectividad durante la temporada de esquí. Asimismo, acordaron reunirse cada seis meses para monitorizar los avances en las infraestructuras.
Mejora de la N-260 en Huesca
Los nuevos túneles de la N-260 entre Congosto de Ventamillo y Campo se ponen en servicio una vez han finalizado todas las pruebas de seguridad de instalaciones relacionadas con el alumbrado, ventilación, señalización, red de hidrantes y extinción de incendios, megafonía o postes SOS, entre otros, tal y como exige la normativa vigente en materia de seguridad.
El resto del tramo, de 12 km de longitud y que fue puesto en servicio de manera provisional el pasado 11 de octubre con limitación de velocidad a 40km/h, será ahora abierto de forma definitiva sin estas restricciones, una vez terminados los trabajos de señalización vertical, drenaje y restauración ambiental.
Las obras han consistido en la ampliación de la plataforma de la carretera N-260 desde los 5,5 m iniciales hasta los 8 m, mediante la construcción de voladizos apoyados y anclados en roca, para minimizar la ocupación y el impacto en las zonas que discurren junto al río Ésera. De esta manera, se facilitará el cruce de dos vehículos pesados o autobuses.
Además, la obra ha incluido la ejecución de los dos túneles mencionados, de 265 m y 540 m de longitud respectivamente. Todo el acondicionamiento se ha diseñado con especial atención a los condicionantes medioambientales y de tal modo que las afectaciones al tráfico durante la ejecución de las obras hayan sido las menores posibles