Agentes de la Guardia Civil detuvieron el pasado sábado, 6 de enero, a un conductor de un turismo por dos delitos contra la seguridad vial. El joven se trata de un varón de 21 años vecino de Huesca. Se le imputan cargos por conducir de manera temeraria, sin el permiso de conducir, y por ocasionar un siniestro vial tras colisionar frontalmente con un vehículo de la Guardia Civil.
Los hechos comenzaron en la noche del sábado 6 de enero, concretamente a las 00’20 horas. La Policía Nacional de Huesca alertó a la Guardia Civil de Huesca de la fuga de un turismo que, tras conducir de forma temeraria por Huesca e ignorar los avisos de la Policía Nacional, continuó su camino por la autovía A-23 dirección Francia.
En ese momento la Guardia Civil comenzó su persecución y finalmente, en la ronda sur de Sabiñánigo, consiguieron interceptar al vehículo fugado, ordenándole el alto. Pero el joven, que iba acompañado por dos ocupantes más, colisionó frontalmente con el vehículo oficial del Destacamento de Tráfico de Jaca. Además, en el momento de su detención, también hirió a uno de los agentes.
Como resultado del accidente, los dos ocupantes del turismo que iban con el joven resultados heridos. Ambos fueron trasladados y evacuados hasta el Hospital San Jorge de Huesca y fueron dados de alta tras ser atendidos.
Detención y cargos
Los diligencias se entregaron junto al detenido en el Juzgado de Instrucción nº2 de Jaca, quien decretó prisión provisional.
Jorge Piedrafita, es el abogado de Independientes de la Guardia Civil (IGC) que representa a los agentes con lesiones. Piedrafita considera que su relato acredita que “el investigado conducía sin haber obtenido el carnet y circulando de forma temeraria con clara intención de embestir a los vehículos policiales para huir. Tras conseguir huir a gran velocidad, golpeó violentamente a los agentes que tuvieron que reducirlo para poderlo detener causando nuevamente lesiones a los agentes policiales”.
Ante estos hechos, la juez ha atendido la petición de prisión provisional ante el “elevado” riesgo de fuga por la petición de condena por delitos de tentativa de homicidio, conducción temeraria, atentado contra agentes de la autoridad, resistencia, lesiones y daños que suman penas superiores a los 20 años de prisión.
La acusación se mantendrá “implacable” y vigilante durante la instrucción para lograr las penas máximas “ante unos hechos graves que podían haber acabado con la vida de tres agentes y del resto de usuarios de la vía”.
Desde IGC consideran que “urge que se articulen los mecanismos necesarios para que guardias civiles y policías nacionales sean reconocidos como ‘profesión de riesgo’. Para ello solicitan a la Administración que materialice de una vez por todas dicho reconocimiento para sus propios funcionarios policiales”.