Barbastro

Paula Coscojuela: «Puedes lograr y ser lo que quieras teniendo diabetes»

Paula Coscojuela, de Barbastro, conoció su diagnóstico con 17 años, en el transcurso del cambio de primero a segundo de Bachillerato

Paula Coscojuela Larrosa. Foto: S.E.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
18 noviembre 2024

Paula Coscojuela se encontraba de intercambio en Canadá, en el año 2017, cuando comenzó a sentir los primeros síntomas. Mucho cansancio, mucha sed y, en consecuencia, muchas ganas de orinar. En ese momento contaba con 17 años.

En Canadá ya notó que algo no iba bien.

Pasé todo el mes con síntomas. Sentía una necesidad extrema de beber y orinar. A su vez, muchísimo cansancio. Un día lo pasé entero tumbada en el sofá porque no tenía fuerzas para nada. También perdí mucho peso, igual diez kilos en un mes. Pero yo me veía como siempre, no me daba cuenta ni de que se me caía la ropa.

Regresó a Barbastro y directa al hospital.

El día que tenía que acudir al hospital no podía ni levantarme. De hecho, tuvo que moverme y llevarme mi madre. Una vez ahí, me trasladaron el diagnóstico. Recuerdo que la médico dijo: “Esta niña tiene diabetes”. Y yo respondí: “Pero esto se cura, ¿no?”. Yo no conocía esta enfermedad ni tenía ningún caso cercano, pero sabía de la diabetes gestacional. Por lo que yo tenía ese recuerdo de que se “curaba”. La médica me miró con una cara…

¿Cómo recibió la noticia?

De primeras se llevaron más disgusto mis padres que yo. Al principio, yo no sabía de qué iba la cosa, por lo que no me asusté. Me ingresaron en el hospital una semana, aproximadamente, y conforme pasaban los días recuerdo pensar alguna vez: “Ahora ya voy a ser diferente”. Poco a poco fui descubriendo mi nueva realidad.

Y aprendió a vivir con ella. 

Durante mi hospitalización, la endocrina se encontraba de vacaciones, por lo que nadie podía enseñarme. Menos mal que una pediatra especialista en niños con diabetes nos dio unas clases rápidas a mis padres y a mí. A partir de eso, comencé a leer mucho sobre el tema para aprender sobre ello.

El diagnóstico le llegó en plena adolescencia. 

Echando la vista atrás, descubro que durante primero de Bachillerato ya comenzaron los síntomas. Por ejemplo, no veía bien la pizarra, pero lo atribuían a la vista cansada. Y mi diagnóstico llegó en verano, en el cambio de primero a segundo, un curso en el que la carga académica aumenta. Debía acudir al médico a menudo, comenzábamos a salir más de fiesta… Pasé por momentos de incertidumbre y miedo. Siempre mirándome el azúcar y saliendo de fiesta sin beber. Con el tiempo descubrí que el vino no afecta mucho a mi azúcar, y, en consecuencia, el calimocho.

¿Se trata de una enfermedad desconocida?

A mí, cuando me la detectaron no sabía nada. Creo que falta desmitificarla porque se piensa que no podemos comer azúcar, por ejemplo, cuando, en realidad, supone todo lo contrario. Debemos enseñar en qué consiste la diabetes porque la sociedad no conoce nada sobre su funcionamiento.

Considero que la enfermedad limita más en el día a día que a largo plazo. Pero yo he estudiado dos carreras y he hecho de todo y la diabetes no me ha impedido nada. Puedes lograr y ser lo que quieras. Solo tenemos que mirar a Arturo Carvajal, subiendo montañas.

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